Ciertamente, la fe hace del ser humano un verdadero ser humano; hace de él, aún más, un soberano. Por ello, la misión principal del ser humano es la fe y la súplica. La incredulidad, lo convierte en un animal feroz e incapaz.
Ciertamente, la fe hace del ser humano un verdadero ser humano; hace de él, aún más, un soberano. Por ello, la misión principal del ser humano es la fe y la súplica. La incredulidad, lo convierte en un animal feroz e incapaz.