PALABRA TRECE

TEMA SEIS DE LA PARTE

DE LOS FRUTOS DE LA FE

[Este tema consiste de una única prueba breve del pilar de fe, ‘La fe en Allah’, hay numerosas pruebas y explicaciones definitivas en muchas partes de la colección de Risale-i Nur.]

En la provincia de Kastamonu (al norte de Turquía), un grupo de estudiantes de una escuela secundaria vinieron a mi lado para preguntar: “Cuéntanos sobre nuestro Creador; es que nuestros maestros no hablan nada de Allah”.

Les dije: “Todas las ciencias que estudian, hablan constantemente de Allah y con cada una de sus lenguas particulares hacen conocer al Creador. No escuchen a sus maestros, sino que escuchen a dichos lenguajes”.

Por ejemplo, así como existe una farmacia bien equipada con pociones y curaciones revitalizadoras en cada frasco con una perfecta y maravillosa medida, sin duda existe un farmacéutico extremadamente hábil, experto y sabio.

Asimismo, la farmacia de  la Tierra, más grande y perfecta y mejor equipada en comparación con cualquier farmacia situada en un mercado, con sus pociones y medicamentos revitalizadores en los frascos de cuatrocientas mil especies de plantas y animales, pone de manifiesto y da a conocer hasta los ojos que están ciegos -por medio de la medida o escala de la ciencia de la medicina que estudias- al Omnisciente Único de Gloria, que es el que está a cargo de la grandiosa farmacia de  la Tierra.

Para dar otro ejemplo, una fábrica maravillosa que teje miles de variedades de telas de un material simple sin duda muestra un hábil manufacturero y mecánico. De la misma manera, siendo más grande y más perfecta que cualquier fábrica humana, esta divina máquina viajera conocida como  la Tierra, con sus cientos de miles de cabezas, en las cuales existen cientos de miles de fábricas perfectas, muestra y da a conocer – por medio de la medida o escala de la ciencia de ingeniería que estudias- a su Manufacturero y Propietario.

Y otro ejemplo, un depósito, almacén o tienda donde están guardados regular y ordenadamente mil y una variedades de provisiones seguramente da a conocer a un maravilloso dueño, propietario y supervisor de provisiones y comestibles.

Igualmente, este almacén, del Más Misericordioso, conocido como  la Tierra, es más enorme y perfecto en comparación con cualquier tipo de almacén o fábrica, este barco Divino, este almacén y tienda que tienen artículos, materiales, y comida conservada, que en un año viaja regularmente en una órbita de veinticuatro mil años, y llevando grupos de seres que requieren comidas diferentes y que pasan a través de estaciones durante su viaje y cubriendo a la primavera con miles de distintas provisiones como un enorme vagón, se las dan a desdichados seres vivos cuyos alimentos se les han agotado en invierno, a través de la medida o escala de la ciencia de la economía que estudias; este almacén de  la Tierra da a conocer, notifica y hace querer a su Controlador, Organizador y Propietario.

Otro ejemplo, imaginemos un ejército que consiste en cuatrocientas mil naciones, cada nación requiere diferentes provisiones, usa diferentes armas, viste diferentes uniformes, tiene distintos tipos de entrenamiento y dan cumplimiento a sus deberes de diversas maneras. Si este ejército y campamento tienen un comandante que hace milagros y que por sus propios medios provee a todas esas diferentes naciones con todos sus diversas provisiones, armas, uniformes y equipamientos sin olvidar ni confundir a ninguno de ellos, por lo que, sin lugar a dudas, el ejército y el campamento ponen de manifiesto y hacen que su comandante sea querido con gran aprecio. De la misma forma, el campamento de primavera de la faz de  la Tierra en que cada una de esta estación del Ejército Divino, recientemente reclutado, de cuatrocientas mil especies de plantas y animales reciben sus diversos uniformes, provisiones, armas, entrenamientos y desmovilizaciones de manera perfecta y regular de un Comandante en Jefe que nunca olvida ni confunde nada de ellos –en cualquier medida el campamento de primavera es más vasto y perfecto que cualquier ejército humano- por medio de la medida o escala de la ciencia militar que estudias- da a conocer a su atento y sensible Gobernante, Protector, Administrador, y el Comandante más Sagrado, despertando admiración y ovación, y haciendo que sea querido, enaltecido y glorificado.

Otro ejemplo: millones de luces eléctricas que se mueven y viajan por una ciudad maravillosa, cuyo combustible y fuente de electricidad nunca se agotan, evidentemente hacen conocer a un artesano que hace maravillosas obras y un electricista extraordinariamente talentoso que controla la electricidad; hace las lámparas móviles, configura la fuente de electricidad, y lleva el combustible; incitan a otros que lo feliciten, lo aplaudan y lo amen. De la misma manera, aunque algunas de las lámparas de las estrellas en el techo del palacio de  la Tierra en la ciudad del universo –si se consideran como indica la astronomía- son mil veces más grandes que  la Tierra y se mueven setenta veces más rápido que una bala de cañón y no rompen su orden, ni colisionan una con otra, ni se extingue su combustible. De acuerdo con la astronomía que estudias, para que nuestro el Sol siga brillando, el cual es un millón veces más grande que  la Tierra y un millón años más viejo que ella y es una lámpara y una estufa en la casa de huéspedes del Más Misericordioso, le hace falta tanto aceite como los mares de  la Tierra y tanto carbón como sus montañas y mucha leña y madera son necesarias como diez Tierras para que no se extinga.

Y aunque sean más grandes y más perfectas que en este ejemplo, las lámparas del palacio de  la Tierra en la ciudad majestuosa del universo, apuntan con sus dedos de  luz a un poder y una soberanía infinitos que iluminan al Sol y a otras estrellas sublimes como él, sin combustible, leña ni carbón, no permitiendo que se apaguen, ni que colisionen uno con otro, a pesar de que viajan juntos a toda velocidad, a este nivel – por medio de la ciencia de electricidad que estudias o estudiarás; todo ello testifica y hace conocer al Soberano, Iluminador, Director y Creador de la poderosa exposición del universo; todo ello Lo hace querido, glorificado, y adorado.

“Y por ejemplo, busca un libro en el que cada línea esté delicadamente escrita, y en cada una de sus palabras esté inscrita una sura del Corán con una fina pluma. Es bastante significativo ya que corrobora todos sus asuntos unos con otros, siendo una colección magnífica que demuestra la habilidad y las aptitudes de su autor y escritor; sin lugar a dudas lo pone de manifiesto junto con todas sus perfecciones y destrezas tan claras como la luz del día y lo hace conocido. Y también, lo hace apreciado con frases como “¡Cuántas maravillas Allah ha creado!” y “¡Bendito sea Allah!”. De la misma forma, en el poderoso libro del universo, vemos con nuestros ojos una pluma que escribe sobre la faz de  la Tierra que es sólo una de sus páginas, y en la primavera, que es sólo una carilla, las trescientas mil especies de plantas y animales, que son como tres cientos mil diferentes libros, todos juntos, uno dentro del otro, sin falta ni error, sin mezclarlos ni confundirlos, perfectamente ordenados y completos, y a veces escribe una oda en una palabra como un árbol, y el índice completo de un libro en una semilla pequeña como un punto.

Sin embargo mucho más vasto, perfecto y significativo que el libro mencionado en el ejemplo anterior, es este compendio del universo, y la poderosa manifestación Coránica del mundo, que es infinitamente llena de sentido y en cada una de sus palabras existen numerosas instancias de sabiduría, de acuerdo con la medida extensiva y con visión previsora de las ciencias naturales que estudias y las ciencias de la lectura y la escritura que has practicado en la escuela – da a conocer al Autor del libro del universo junto con Su infinita perfección. Proclamando Allahu Akbar “¡Allah es el Más Grande!”, Lo hace conocido, diciendo frases como Subhanallah “¡Glorificado sea Allah!”. Lo describe, aclamándolo con palabras como Alhamdulillah “¡Todas las alabanzas son para Allah!”. Hace que lo amen.

“Por lo tanto, cientos de otras ciencias como éstas hacen conocido al Glorioso Creador del universo junto con Sus Nombres; cada uno a través de su amplia medida o escala, su espejo particular, su visión previsora y su mirada escrutadora, dan a conocer Sus atributos y perfecciones”. “Es con el fin de instruir sobre esta materia, que una prueba brillante y magnífica de la unidad Divina, el Corán de Exposición Milagrosa- nos enseña más a menudo acerca de nuestro Creador en las aleyas,

رَبُّ السَّمٰوَاتِ وَ اْلاَرْضِ ﱳ خَلَقَ السَّمٰوَاتِ وَاْلاَرْضَ

Les dije ésto a los estudiantes, y lo aceptaron por completo, afirmándolo al decir “Infinitas gracias a Allah porque hemos recibido una lección absolutamente verdadera y sagrada. ¡Que Allah esté complacido con usted!”. Y yo dije:

“El ser humano es una máquina viviente que se entristece con miles de diversas penas y recibe placer de mil maneras diferentes y a pesar de su absoluta impotencia tiene innumerables enemigos, físicos y espirituales, y a pesar de su pobreza infinita, tiene innumerables necesidades, externas e internas, y es un ser miserable que continuamente sufre los golpes de la muerte y la separación. Sin embargo, a través de la fe y la adoración, se comunica con un Monarca tan Glorioso que encuentra un punto de apoyo contra todos sus enemigos y una fuente de ayuda para todas sus necesidades, y como todo el mundo se siente orgulloso por el honor y por el rango del señor de quien depende, tú puedes comparar cuán contento, agradecido y lleno de orgullo, el ser humano se transforma por estar conectado a través de la fe a un Monarca infinitamente Poderoso y Compasivo, al entrar en su servicio a través de la adoración, y transformando él mismo el anuncio de la ejecución de la hora señalada en los documentos que lo liberan de sus deberes”.

Les repito a los presos afectados por las calamidades lo que dije a los estudiantes: “Aquel que Lo reconoce y Le obedece es afortunado aunque este en la cárcel. Mientras que la persona que Lo olvida es desdichado y está preso, aún si reside en un palacio”. Incluso, alguien desviado, pero afortunado, había dicho a los tiranos malvados que lo iban a ejecutar: “No estoy siendo ejecutado, sino que me desplazo al lugar donde encontraré la felicidad. Pero veo que ustedes están siendo condenados a la ejecución eterna y por lo tanto, es una venganza perfecta”. Y declaró: لاَ اِلهَ اِلاَّ اللّٰهُ La Ilaha Illa Allah “¡No hay más dios que Allah!”, y felizmente entregó su espíritu.

 

سُبْحَانَكَ لاَ عِلْمَ لَنَا اِلاَّ مَا عَلَّمْتَنَا اِنَّكَ اَنْتَ الْعَلِيمُ الْحَكِيمُ

¡Glorificado sea Allah!, No tenemos más conocimiento que el que Tú nos has enseñado. Tú eres, en verdad, el Conocedor perfecto, el Sabio (Corán, 2:32).

 

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