Segundo Principio
¿Cuál fue la realidad de la Ascensión?
La Respuesta: Consistió del viaje físico de Muhammad (PyB) a través de los niveles de perfección. Es decir, a través de varios Nombres y títulos que Él manifiesta en los actos de los seres. Y al mostrarle a ese siervo especial Suyo todas las obras de Su soberanía que Él ofrece en las esferas, la creación y la regulación dentro de la soberanía de Su dominación, y en los niveles de los cielos dentro de esas esferas – cada uno de los cuales es el medio de un asiento de soberanía y un centro para la disposición de poder – Allah Todopoderoso hizo que ese siervo abrace todas las perfecciones humanas y, a la vez, muestre todas las manifestaciones Divinas, y que vea todos los niveles del universo, y sea el heraldo de la soberanía de dominación y el promulgador de aquellas cosas que complacen a Allah, y quien resuelva el enigma del universo. Y para que pudiera hacer esto, Él lo montó sobre Buraq, y lo hizo ir a través de los cielos como un rayo que atraviesa todos sus niveles, observar la dominación Divina de mansión en mansión como la luna, y de esfera a esfera, y mostrándole cada uno de los profetas, sus hermanos, cuyas moradas están en los cielos de aquellas esferas, .Él lo elevó a la estación de “la distancia de dos arcos o aún más cerca” y le mostró Su unicidad y Su Palabra y en la visión de Sí Mismo.
Esta verdad exaltada puede examinarse a través del telescopio de dos comparaciones.
Primera comparación: Como se explica en la Palabra Veinticuatro, un rey tiene diferentes títulos en las distintas esferas de su gobierno, y diferentes cualidades y atributos entre las clases de sus sujetos, y diferentes nombres y signos en los niveles de su soberanía. Por ejemplo, Juez Justo en lo judicial, Sultán del servicio civil, Comandante en Jefe del ejército, Califa del establecimiento culto, y así sucesivamente; es lo mismo con el resto de sus nombres y títulos. En cada esfera tiene un asiento o una silla que tiene el significado de un trono inmaterial. El único rey puede tener mil nombres y títulos en las esferas de su soberanía y en los niveles de su gobierno; puede tener mil tronos de soberanía uno dentro de otro. Es como si el gobernante estuviera presente y conociera cada esfera a través de su personalidad corporativa y de su teléfono; y a través de sus leyes y regulaciones y representantes, ve y es visto; y detrás del velo de cada nivel, dispone y ve, gobierna y observa a través de su decreto, conocimiento y poder; y tiene un centro diferente y una casa central en cada esfera. Sus decretos son todos diferentes, y sus niveles son todos diferentes.
Así, un rey como este puede permitir que una persona de su elección visite todas sus diferentes esferas y oficinas y puede mostrarle la dominación imperial y las órdenes soberanas particulares a cada una. Puede hacer que esta persona viaje de esfera a esfera y de nivel a nivel hasta que lo traiga ante su presencia. Allí le encomendará ciertas órdenes universales y generales relacionadas a aquellas esferas y lo enviará de regreso.
De modo similar a esta comparación, el Sustentador de Todos los Mundos, Quien es el Gobernante de la Eternidad, tiene funciones y atributos que son todas diferentes pero que se miran entre sí. En las esferas de Su Divinidad, y Nombres y firmas en las esferas de Su Divinidad, que aparecen todas diferentes pero que están unos dentro de otros; y en las manifestaciones y revelaciones en la realización de Sus obras espléndidas que son todas diferentes pero que se parecen entre sí; en la disposición de Su poder, Él tiene títulos que son todos diferentes pero que se insinúan entre sí; y en las manifestaciones de Sus atributos, Él tiene apariencias sagradas que son todas diferentes pero que se señalan unas a otras; y en la manifestación de Sus actos, Él tiene disposiciones sabias que son de numerosos tipos pero que se completan entre sí; y tiene una majestuosa soberanía en Su arte multicolor y en los seres cuyos aspectos son todos diferentes pero que se contemplan entre sí.
Como consecuencia de este vasto misterio, Él ordenó el universo y lo arregló de una manera sorprendente y maravillosa con diferentes formaciones unas sobre otras, desde las partículas, – que son el nivel más diminuto de los seres – hasta los cielos, y desde el primer nivel de los cielos hasta el Trono Sublime. Cada cielo es como un techo de un mundo diferente, un trono para la soberanía, un centro de disposición Divina.
Por cierto, con respecto a la unicidad Divina, todos los Nombres Divinos se pueden encontrar en esas esferas y niveles; se manifiestan juntos con los títulos. Pero tal como en el Ministerio de Justicia el título de Juez Sabio era fundamental y dominante y allí el resto de los títulos del rey observaban a su orden y dependían de ello, así también en cada nivel de seres, en cada cielo, un Nombre, un título Divino, es dominante, y los otros títulos se restringen a él.
Por ejemplo, en cualquier esfera de los cielos que el Profeta Muhammad (PyB) se encontraba con Jesús (la paz sea con él), quien manifestó el Nombre de Todopoderoso, en esa esfera Allah Todopoderoso Mismo se manifestó con el título de Todopoderoso. Y, por ejemplo, el más predominante en la esfera de los cielos que es el asiento de Moisés (la paz sea con él) es el título de Hablante, que él manifestó. Y así sucesivamente.
Así, Muhammad (PyB) en persona manifestó el Nombre Más Grande, y todos los Nombres Divinos, y su misión profética fue universal, por cierto él estaba conectado con todas las esferas de la soberanía. Y encontrarse con los profetas cuyos asientos están en esas esferas y pasar por todos los niveles, seguramente requiere la realidad de la Ascensión.
Segunda Comparación: El título de Comandante en Jefe, que es uno de los títulos de un rey, está manifestado y aparece en cada rango del ejército del comandante en jefe, que es un rango amplio y universal, el de uno corpóreo, que es especial y particular. Por ejemplo, un soldado ve en la persona de su corporeidad una muestra del título impuesto de Comandante en Jefe, lo acepta y toma sus órdenes de él. Cuando se vuelve corpórea, la manifestación del título del rango de sargento obligará a su atención y será aquello a lo que observe. Entonces, si se lo promueve al rango de sargento, verá una muestra del título de Comandante en Jefe y una manifestación de ello en el rango de teniente. Estará presente junto con un asiento peculiar a él a ese nivel. Y así sucesivamente. Verá el título en cada uno de sus rangos de capitán, mayor, general, y mariscal de campo en relación a su pequeñez o grandeza.
Así, si el Comandante en Jefe desea encomendar al soldado con una tarea que le concierne a todos los rangos del ejército, si desea promoverlo a un rango donde pueda observar cada esfera como un inspector y ser observado él mismo; hará una ronda de inspección de los rangos, desde el corpóreo hasta el más elevado, y también permitirá que lo vean. Entonces lo recibirá en su presencia y lo honrará con una conversación y al conferirle una decoración y un decreto, lo enviará por donde vino en un instante.
El siguiente punto debe notarse en esta comparación: si el rey no es de ninguna manera impotente y si tiene el poder espiritual de la misma manera que tiene poder material, no asignaría a personas como el general, el mariscal de campo y teniente como sus representantes sino que estaría él mismo presente en todas partes. Les daría órdenes directamente, meramente por detrás de ciertos velos e individuos, ellos mismos de rango. De hecho, hay narraciones relacionadas con ciertos reyes que eran evliyas del nivel más elevado y ejecutaban sus asuntos en muchas esferas en forma de diferentes individuos.
En cuanto a la verdad que vimos en esta comparación, ya que el Comandante en Jefe no era de ninguna manera impotente, la orden vino directamente de él en cada esfera. Los asuntos se ejecutaron bajo su orden, voluntad y poder.
Como esta comparación, las órdenes y funciones autoritarias del Soberano de la Eternidad, Quien es el Soberano de los cielos y de la tierra, Dueño de la orden de “¡Sé! Y es”, y el Comandante Absoluto, están en vigencia en todos los niveles de seres y están conformadas con perfecta obediencia y orden. Cada uno aparece como una esfera de soberanía, un nivel de gobierno en los niveles de seres y clases de seres, que se estiran desde las partículas hasta los planetas y desde las moscas hasta los cielos, y que, grandes y pequeños, particulares y universales, son todos diferentes pero son tales que se miran entre sí.
Ahora, para comprender los objetivos exaltados y los resultados poderosos de todo el universo y para ver los diferentes deberes de adoración de todos sus niveles, y, observando la soberanía de la dominación del Único de Grandeza y el esplendor de Su gobierno, para entender lo que a Él le complace, y para ser el heraldo de Su soberanía, hay que hacer un viaje por todos esos niveles y esferas hasta alcanzar el Trono Sublime, -que es el título de la esfera más grande; hasta “la distancia de dos arcos o aún más cerca”. Es decir, él va a entrar al rango que está entre la necesaria existencia y la contingencia. Es encontrarse allí con el Glorioso y Bello. Y este viaje es la realidad de la Ascensión.
Como los seres humanos comunes viajan en la mente con la velocidad de la imaginación, y los evliyas viajan en el corazón con la velocidad de un rayo, ; como los ángeles, que son cuerpos luminosos, y circulan con la velocidad del espíritu desde el Trono hasta la tierra y desde la tierra hasta el Trono; y como la gente del Paraíso se elevará hacia el Paraíso de la resurrección con la velocidad de Buraq por una distancia más grande que quinientos años[1]; con seguridad el cuerpo de Muhammad (PyB) fue junto a su espíritu elevado hasta llegar al Trono Divino. Porque el cuerpo de Muhammad (PyB) es el tesoro de las facultades del espíritu de Muhammad (PyB), y el medio para realizar sus tareas, que es luz y tiene las características de la luz, es más sutil que los corazones de los evliyas, más insustancial que los espíritus de los muertos y los cuerpos de los ángeles, y más etéreo que los cuerpos celestes y sutiles.
Ahora, consideremos al ateo que está escuchando. Me viene a la mente que él estaría diciendo con su corazón: “Yo no reconozco a Allah y no conozco al Profeta (PyB), ¿cómo podría creer en la Ascensión?”
A lo que nosotros le responderíamos como sigue. Ya que el universo y los seres existen, y dentro de ellos hay actos y creación; y ya que un acto ordenado no puede ocurrir sin un hacedor, un libro significativo no puede existir sin un escritor, y un bordado habilidoso no puede ser sin un bordador; los actos sabios que llenan el universo seguramente tienen un hacedor, y las cartas significativas y los bordados sorprendentes que cubren la faz de la tierra y se renuevan de estación en estación tienen un escritor y un bordador.
Y ya que dos soberanos dirigiendo el mismo asunto arruinan el orden en ese asunto; y ya que desde el ala de una mosca hasta las lámparas de los cielos hay un orden perfecto, debe haber un solo gobernante, un soberano. Porque el arte y la sabiduría en todo es tan maravilloso que requiere que el Creador de una cosa sea poderoso sobre todas las cosas, hasta el punto que Él conoce cada asunto. Ya que esto es así, si Él no fuera Uno, habría tantos dioses como seres que se opondrían y se parecerían unos a otros, y en consecuencia sería cien mil veces imposible que este maravilloso orden no se rompa.
Además, ya que es evidente, con una orden las clases de seres están en movimiento de una forma mil veces más ordenada que un ejército; cada grupo, desde las estrellas, el sol y la luna y sus movimientos ordenados hasta las flores del almendro, que muestran las decoraciones y los uniformes que el Eterno Todopoderoso les ha conferido, y el movimiento que Él ha determinado, mil veces más regular y perfectamente que un ejército; ya que esto es así, el universo tiene un Soberano Absoluto detrás del velo de lo Oculto y Cuya orden sus seres observan y conforman.
Y ya que según el testimonio de todas las actividades sabias que Él lleva a cabo y las obras espléndidas que Él muestra, el Gobernante es un Soberano Glorioso; y ya que según las bendiciones que Él demuestra Él es un Sustentador Muy Compasivo, y según los bellos ejemplos de Su arte que Él exhibe, Él es un Creador Que ama Su arte; y ya que Él es un Creador Omnisciente Que desea atraer para Sus obras de arte las miradas de admiración de los seres concientes a través de los adornos y las artes que despiertan la curiosidad que Él demuestra; y ya que se puede entender que Él desea dar a conocer a los seres concientes el significado de los adornos, que deja atónita a la mente, que Él muestra en la creación del mundo y para informarlos a través de la sabiduría de Su soberanía sobre de dónde vienen los seres y hacia dónde van; por cierto, este Soberano Omnisciente y Creador Omnisapiente desea demostrar Su soberanía.
Y ya que desea darse a conocer y ser amado por los seres concientes a través de muchísimas obras de benevolencia y misericordia y maravillas de arte que Él muestra, Él seguramente les hará saber por medio de un heraldo lo que Él desea de ellos y cuáles son aquellas cosas que Lo complacen, y les compete.
Ya que esto es así, Él asignará uno de los seres concientes y proclamará Su soberanía a través de él. Honrará un heraldo con la proximidad de Su presencia y lo hará el medio para exhibir el arte que Él ama. Asignará uno de ellos como maestro para informar a otros seres concientes de aquellos objetivos exaltados y para mostrar Sus perfecciones. Por cierto que asignará un guía para que el misterio contenido en el universo y el acertijo de soberanía que Él ha ocultado dentro de los seres no serán sinsentidos. Y asignará un guía que enseñará los propósitos contenidos en las bellezas de arte que Él muestra y publica como un espectáculo para que todos contemplen y así no sean inútiles ni en vano. Además, para anunciarles las cosas que Lo complacen a los seres concientes, Él elevará a uno de ellos a un rango por encima de los otros, y lo informará de aquellas cosas y lo enviará a ellas.
Ya que la realidad y la sabiduría requieren que esto sea así y el más merecedor de realizar esta tarea es el Profeta Muhammad (PyB), porque él realmente realizó esas tareas de una manera perfecta, de lo cual el mundo del Islam que él fundó y la luz del Islam que él mostró son testigos veraces y justos; es necesario que él se haya elevado por encima de todo el resto del universo, haya sobrepasado a todos los seres, y haya obtenido un rango en el que él sostuvo una conversación universal, elevada y abarcativa con el Creador de todos los seres. Así, la Ascensión expresa esta verdad también.
En Breve: Ya que Él ha formado, arreglado, y adornado el vasto universo de esta manera para propósitos poderosos y objetivos sublimes como los mencionados anteriormente; y ya que entre los seres la humanidad existe para ver esta soberanía universal junto con todas sus sutilezas y esta soberanía Divina suprema junto con todas sus verdades; seguramente ese Soberano Absoluto hablará con el ser humano, le informará Sus propósitos.
Ya que nadie puede liberarse a sí mismo de los asuntos particulares, insignificantes y humildes ni elevarse a la posición más elevada y universal y, en consecuencia, no pueden recibir por sí mismos el discurso universal del Soberano, ciertos individuos especiales de entre los seres humanos serán asignados a esa tarea para que puedan relacionase en dos sentidos. Primero, para enseñar a los seres humanos, deben ser seres humanos ellos mismos. Y para ser capaz de recibir el discurso directamente, deben ser extremadamente exaltados espiritualmente.
Así, ya que entre aquellos seres humanos quien da a conocer los propósitos del Creador del universo perfectamente, develó el misterio del universo y resolvió el acertijo de la creación, y quien anunció la sublimidad de la soberanía de la Divinidad de la mejor manera es Muhammad (PyB), por cierto, de todos los seres humanos él haría un viaje espiritual en forma de una Ascensión yendo por el mundo corpóreo; atravesaría todos los niveles hasta más allá del mundo intermedio de los Nombres Divinos, la manifestación de los atributos y actos Divinos, y los niveles de los seres, todos los que son conocidos como los setenta mil velos. Y la Ascensión es así.
Nuevamente lo siguiente viene a la mente: ¡Oh, oyente! Estás pensando en tu corazón: “¿Cómo debería creerlo? ¿Qué significa atravesar una distancia de miles de años para un Sustentador Que está más cerca que cualquier otra cosa y encontrarse con Él después de pasar por setenta mil velos?”
A lo que le respondemos lo siguiente: Allah Todopoderoso está más cerca que cualquier otra cosa, pero todo está infinitamente distante de Él. Por ejemplo, si el sol tuviera conciencia y el poder del habla, sería capaz de conversar contigo por medio de un espejo sostenido en tu mano. Tendría poder de disposición sobre ti como quisiera. Por cierto, a pesar de que está más cerca de ti que la pupila de tu ojo, que es como un espejo, estás aproximadamente a cuatro mil años de distancia de él y no puedes acercártele de ninguna manera. Si progresaras y te elevaras a la posición de la luna y llegaras al punto de estar frente al sol, así podrías ser capaz de ser un tipo de espejo de él.
De modo similar, a pesar de que el Glorioso, Que es el Sol de la Eternidad, está más cerca que ninguna otra cosa, todo está infinitamente distante de Él. Sólo quien atraviesa todos los seres, se eleva por encima de la particularidad y gradualmente pasa por los miles de velos en los niveles de la universalidad hasta que se acerca al Nombre Divino que abarca a todos los seres, y entonces atraviesa los muchos niveles más allá de ello, puede ser honrado con un tipo de proximidad Divina.
Por ejemplo, un soldado está muy lejos de la personalidad colectiva del comandante en jefe. Él observa a su comandante a través de la pequeña muestra del rango de su cabo, ve en su cabo a una gran distancia y más allá de muchos velos inmateriales, como es. Para obtener verdadera proximidad a su rango por su personalidad colectiva, el soldado tiene que pasar por muchos niveles universales o rangos, como el de teniente, capitán y mayor. Mientras que el comandante en jefe puede estar presente con el soldado, lo puede ver en persona así como también inmaterialmente, a través de sus órdenes, leyes, puntos de vistas, decretos y conocimiento. Ya que esta verdad ha sido demostrada decisivamente en la Palabra Dieciséis, consideramos que es suficiente y acortamos la discusión aquí.
Nuevamente viene a la mente que estás pensando en tu corazón: “Niego la existencia de los cielos y no creo en los ángeles, entonces ¿cómo puedo creer que alguien viaje por los cielos y se encuentre con los ángeles?”
Sí, por supuesto, es difícil de demostrar algo y convencer a alguien como tú, que sobre sus ojos hay un velo y cuya mente está restringida a sus ojos. Pero la verdad es tan brillante que incluso los ciegos pueden verla entonces también decimos lo que está acordado con unanimidad, que las profundidades del espacio están llenas de materia llamada ‘éter’. Otras materias sutiles que fluyen como la luz, la electricidad, y el calor señalan la existencia de alguna materia sutil que llena el espacio. Porque así como los frutos claramente demuestran la existencia del árbol que lo dio a luz, las flores, del cantero, los brotes, de su almácigo, los peces, del mar, las estrellas también arrojan ante los ojos de la mente la existencia necesaria de su fuente, almácigo, mar y cantero.
Ya que hay diferentes formaciones en el mundo por encima nuestro y diferentes reglas parecen estar en vigencia bajo diferentes condiciones, los cielos que son la fuente de aquellas reglas también difieren. Y ya que tal como en el ser humano hay existencias inmateriales además de su cuerpo, como la mente, el corazón, el espíritu, la imaginación y la memoria, seguramente en el mundo, que es como un gran ser humano, y en el universo, que es el árbol del cual el ser humano es el fruto, hay otros mundos además del mundo corpóreo. Además, hay cielos para cada mundo, desde el mundo de la tierra hasta el mundo del Paraíso.
En cuanto a los ángeles, decimos esto: sobre el globo terráqueo, que es de un tamaño mediano entre los planetas e insignificante y denso entre las estrellas, los seres vivos y concientes, los más valiosos y luminosos entre los seres, se encuentran en cantidades innumerables. Entonces seguramente las estrellas, que son como los castillos embellecidos y palacios delicados comparados con la tierra que es como una casa oscura- y los cielos- que son como los mares de las estrellas serán las moradas de los ángeles y de los seres espirituales, que son concientes, animados, extremadamente numerosos y de variados tipos.
En mi comentario sobre el Sagrado Corán llamado Isharat al-I’jaz (Los Signos de Milagro), tanto la existencia como la pluralidad de los cielos se ha demostrado fehacientemente en la sección de la aleya:
ثُمَّ اسْتَوٰٓى اِﱫﱷ السَّمَٓاءِ فَسَوّٰيهُنَّ سَبْعَ سَمٰوَاتٍ[2] Y en la Palabra Veintinueve hemos demostrado la existencia de los ángeles con la irrevocabilidad de que dos más dos son cuatro. Entonces al considerar que es suficiente, acortamos la discusión aquí.
En Breve: Se requiere por la sabiduría y la razón que los cielos estén formados de éter, que sean la fuente de materias sutiles que fluyen como la electricidad, la luz, el calor y la gravedad, y que, según el Hadiz
اَلسَّمَٓاءُمَوْجٌ مَكْفُوفٌ “Los cielos son olas contenidas”,[3] son favorables para el movimiento de las estrellas y los planetas. Además, requiere que desde مَجَرَّةُ السَّمَاءِ majarrat al-sama’[4] (la Vía Láctea) hasta el planeta más cercano consistan de siete niveles en diferentes estados y formaciones, y que cada nivel, cada mundo, desde el mundo de la tierra hasta el Reino Intermedio y desde el Mundo de las Similitudes hasta el Mundo del Más Allá, sean un cielo, como un techo.
Y lo siguiente viene a la mente: ¡Oh, ateo! Tú dices: “El ser humano sólo es capaz de ascender a una altura de uno o dos kilómetros con mil dificultades por medio de un aeroplano. ¿Cómo entonces alguien puede ir y venir con su cuerpo en pocos minutos cubriendo una distancia que normalmente tomaría miles de años?”
A lo que contestamos: Según tus ciencias, en su rotación anual un cuerpo pesado como la tierra corta una distancia de aproximadamente ciento ochenta y ocho horas en un minuto. En un año cubre la distancia de aproximadamente veinticinco mil años. ¿Entonces, no sería capaz un Ser Todopoderoso y Glorioso, quien provoca su movimiento regular y lo hace girar como una piedra en una honda, de conducir a alguien hasta Su Trono? ¿Acaso una sabiduría que hace que el cuerpo de la tierra, que es extremadamente pesado, viaje alrededor del sol por una ley Divina conocida como la gravedad del sol tal como un derviche mevleví sería incapaz de elevar un cuerpo humano hasta el Trono del Misericordioso como un rayo a través de la gravedad de la misericordia de ese Misericordioso y la atracción del amor del Sol Eterno?
Nuevamente viene a la mente que tú dirías: “Está bien, entonces él pudo ascender hasta allí, pero ¿por qué lo hizo y por qué debería hacerlo? ¿No hubiese sido suficiente si hubiese ido con su corazón y espíritu como los evliyas?”
A lo que responderíamos: Ya que el Creador Glorioso deseó mostrar Sus signos maravillosos que yacen tanto en los aspectos externos de las cosas como en los aspectos que Lo observan directamente, y hacer que los talleres y las fuentes del universo fueran espectáculos para ser observados, y señalar los resultados de las acciones de los seres humanos en el Más Allá, fue necesario tomar junto con su corazón y su espíritu hasta Su Trono a los ojos de Muhammad (PyB), que fueron como la llave al mundo de los objetos visibles, y sus oídos, que percibieron los signos en el mundo del sonido. Además, se requiere por la sabiduría y la razón que el Creador Glorioso haya llevado hasta Su Trono su cuerpo bendito- que fue como la máquina de su espíritu que comprende diferentes miembros y componentes- por medio de los que realizó sus tareas.
Tal como en el Paraíso, la sabiduría Divina hace que el cuerpo acompañe al espíritu, porque es el cuerpo el que es el medio por el cual las tareas de adoración se realizan y el medio de innumerables placeres y dolores, así también su cuerpo bendito acompañó a su espíritu. Ya que el cuerpo va al Paraíso junto con el espíritu, es pura sabiduría que Él haya hecho que el cuerpo de Muhammad (PyB) acompañara su espíritu, que ascendió “junto al Loto del límite”, que es el tronco del hogar del Paraíso.
Nuevamente viene a la mente que tú dirías: “Según el criterio racional, ¿no es imposible atravesar una distancia de miles de años en sólo algunos minutos?”
A lo que responderíamos: Los movimientos del arte del Creador Glorioso varían absolutamente. Por ejemplo, se sabe que tan diferentes son las velocidades de la luz, la electricidad, el espíritu y la imaginación, y la del sonido. Y, como se estableció por la ciencia, las velocidades del movimiento de diferentes planetas son tan diferentes que deja a la mente atónita.
¿Entonces cómo parecería contrario a la razón el movimiento a la velocidad del espíritu de su cuerpo sutil, que siguió su espíritu exaltado durante el Ascenso?
Además, a veces sucede que al dormir por diez minutos estás sujeto al equivalente de un año de estados diferentes. E incluso si las palabras que se hablaron o se oyeron durante un sueño que dure un minuto se juntaran, para que fueran dichas u oídas en el mundo real se necesitaría un día o incluso más. Eso significa que un solo período de tiempo es relativo; puede parecer como un día para una persona y como un año para otra.
Considera el significado de esto por medio de una comparación. Imaginemos un reloj que mide la velocidad del movimiento mostrado por el ser humano, por balas de cañón, por el sonido, la luz, la electricidad, el espíritu y la imaginación. El reloj tiene diez manecillas. Una muestra las horas mientras que otra cuenta los minutos en una esfera sesenta veces más grande. Otra manecilla cuenta los segundos en una esfera sesenta veces más grande que la previa, y aún las otras, cada una, cuentan regularmente las fracciones decrecientes a una décima de segundo en amplias esferas que regularmente aumentan sesenta veces.
Supongamos que los círculos descriptos por la manecilla que cuenta las horas fueran del tamaño de nuestro pequeño reloj, entonces la manecilla que cuenta las décimas de segundo debería ser del tamaño de la órbita anual de la tierra, o aún más grande. Ahora, supongamos que hay dos personas. Una de ellas es como si estuviera montada sobre la manecilla de la hora y observa según su movimiento mientras la otra está sobre la manecilla que cuenta las décimas de segundo. Habría una enorme diferencia, tan grande como la relación entre nuestro reloj y la órbita anual de la tierra, en cuanto a las cosas observadas por estos dos individuos en el mismo período de tiempo.
Así, ya que el tiempo es como un tono, un matiz o una cinta de movimiento, una regla que está vigente en movimiento también está vigente en tiempo. Y entonces, a pesar de que las cosas que observamos en el período de una hora serían iguales en cantidad al individuo conciente montado sobre la manecilla de la hora del reloj, como el que está montado sobre la manecilla que cuenta las décimas de segundo, el Noble Mensajero de Allah (PyB) montó sobre Buraq con la Asistencia Divina y en el mismo espacio de tiempo, en una hora específica, como un rayo atravesó toda la esfera de las contingencias, vio las maravillas de los aspectos externos de las cosas y los aspectos que miran por su Creador, ascendió al punto de la esfera de la necesidad, fue honrado con la conversación Divina y favorecido con la observación de la belleza Divina, recibió su decreto, y regresó a su tarea. Fue posible que esto pasara, y pasó.
Y nuevamente viene a la mente que tú dirías: “Sí, entonces pudo pasar, es posible. Pero no todo lo que es posible ocurre, ¿Existe algo similar a esto para que pueda aceptarse? ¿Cómo se puede plantear la ocurrencia de algo de lo que no hay casos similares sólo por la probabilidad?”
A lo que responderíamos: Existen tantos casos similares que no se pueden enumerar. Por ejemplo, cualquiera que tenga vista puede ascender con sus ojos desde el suelo hasta el planeta Neptuno en un segundo. Cualquiera que tenga conocimiento puede montar las leyes de la astronomía con su intelecto y viajar más allá de las estrellas en un minuto. Cualquiera que tenga fe puede, montando su pensamiento sobre la acción y los pilares de las oraciones obligatorias, a través de una especie de Ascensión, dejar el universo atrás y llegar tan lejos como hasta la presencia Divina. Cualquiera que vea con su corazón y cualquier evliya de perfección pueden, a través de un viaje espiritual, atravesar en cuarenta días el Trono Divino y la esfera de los Nombres y atributos Divinos. Y ciertas personas, incluso, como el Sheij Geylani y el Imám Rabbani, verazmente registraron sus ascensiones espirituales hasta el Trono que duraron un minuto.
Además, están los ángeles que van y vienen, que son cuerpos luminosos, desde el Trono Divino hasta la tierra y desde la tierra hasta el Trono en un corto período de tiempo. Y la gente del Paraíso asciende a los jardines del Paraíso desde la planicie de la resurrección en un corto espacio de tiempo. Por supuesto, todos estos ejemplos demuestran que es pura sabiduría, completamente racional, y una ocurrencia sobre la que no puede haber dudas de que la persona de Muhammad (PyB), que es el Señor de todos los evliyas, el líder de todos los creyentes, el jefe de la gente del Paraíso, y es aceptado por todos los ángeles, tuviera una ascensión que fuera el medio de un viaje espiritual, y que fuera apropiada a su rango.
[1] Bukhari, viii, 147; Ibn Mubarak, al-Zuhd, ii, 122.
[2] Corán, 2:29
[3] Tirmidhi, Tafsir Sura al-Hadid, 1; Musnad, ii, 370.
[4] Tabarani, al-Mu’jam al-Kabir, xx, 123; Ibn Hajar, Majma’ al-Zawa’id, viii, 135.