TERCER RAYO : Es lo milagroso de la Milagrosa Exposición del Corán que es dar información de lo Oculto, preservando su juventud en cada época, y ser apropiado a cada nivel de personas. Este Rayo tiene tres ‘Resplandores’.
Primer Resplandor: Es dar información de lo Oculto. Consiste de tres ‘Refulgencias’.
La Primera Refulgencia es contar sobre el pasado, una parte de lo Oculto. Por cierto, el Sabio Corán menciona con la lengua de quien todos acuerdan que era analfabeto y confiable los eventos importantes y los hechos significativos relacionados a los profetas desde la época de Adán hasta la Era de la Dicha en una forma en que, confirmada por las escrituras como la Torá y la Biblia, les cuenta con el poder y la seriedad más grandes. Ocurre con los puntos sobre los que los Libros anteriores estaban de acuerdo, y decide entre ellos sobre los puntos sobre los que difieren, señalando la verdad del asunto.
Es decir, el punto de vista del Corán que penetra lo Oculto ve los eventos del pasado de una manera por encima y más allá de todos los Libros previos, y los pronuncia como correctos y los confirma en los asuntos sobre los que han acordado, y actúa como árbitro entre ellos, corrigiendo los asuntos sobre los que discrepan. Sin embargo, los hechos que el Corán relata sobre los eventos del pasado no son cosas que se pudieran haber aprendido con el ejercicio de la razón que les fue comunicado; más bien fue conocimiento transmitido, dependiente de los cielos, de la revelación. Y como conocimiento transmitido, es el dominio de quienes saben cómo leer y escribir, y fueron revelados a un reconocido por amigos y enemigos que se sabe que no sabía leer ni escribir, y que era confiable; alguien descrito como analfabeto.
También, el Corán cuenta sobre aquellos eventos pasados como si en realidad los hubiera visto. Porque toma el espíritu y el punto vital de un evento largo, y los hace la introducción de su objetivo. Es decir, los resúmenes y extractos que el contiene el Corán muestran que ve todo el pasado junto con todos sus eventos. Porque tal como alguien que es un experto en alguna ciencia o arte demuestra su habilidad y competencia con algunas palabras sucintas o con una declaración concisa, así también los resúmenes y espíritus de los eventos mencionados en el Corán muestran que quien los dijo abarca, comprende todos los eventos y los ve, y, si se puede decir, los notifica con una habilidad extraordinaria.
La Segunda Refulgencia es informar el futuro, que es otra parte de lo Oculto. Hay muchos tipos de ésta. El primero es particular, y especial para los evliyas y aquellos que buscan la verdad a través de la iluminación. Por ejemplo, Muhyiddin al-‘Arabi descubrió numerosas instancias en que el Corán informa sobre lo Oculto en la Sura:
الٓمٓ ﱳ غُلِبَتِ الرُّومُ[1] Y el Imám Rabbani vio los signos y las noticias de muchos eventos de lo Oculto a través de las ‘letras inconexas’ en el comienzo de algunas Suras, y así sucesivamente. Para los estudiosos de la Escuela Bariniya, el Corán consistía de las noticias sobre lo Oculto de principio a fin. Nosotros, sin embargo, indicaremos algunos temas que son generales. Estos también tienen muchos niveles, uno de los que trataremos. Así, el Sabio Corán le dice al Noble Mensajero de Allah (PyB)[2]:
فَاصْـبِرﭫ اِنَّ وَعْدَ اللّٰهِ حَقٌ ﱳ لَتَدْخُلُنَّ الْمَسْجِدَ الْحَرَامَ اِـنْـ شَٓاءَ اللّٰهُ اٰمِن۪ـينﭯ مُحَلِّق۪ـينﭯ رُؤُسَكُــمْ وَمُقَصِّر۪ينَ لَا تَخَافُونَ هُوَ الَّذ۪ٓى اَرْسَلَ رَسُولَهُ بِالْهُدٰى وَد۪ينِ الْحَقِّ لِيُظْهِرَهُ ﱰ الدّ۪ينِ كُــلِّه۪ ﱳ وَهُمْ مِنْ بَعْدِ غَلَبِهِمْ سَيَغْلِبُونَ ﱳ ﯺﰍ بِضْعِ سِن۪ـينﭯ لِلّٰهِ الْاَمْرُ ﱳ فَسَتُبْصِرُ وَيُبْصِرُونَ ﱳ بِأَيِّكُمُ الْمَفْتُونُ ﱳ اَمْ يَقُولُونَ شَاعِرٌ نَتَرَبَّصُ بِه۪ رَيْبَ الْمَنُونِ ﱳ قُلْ تَرَبَّصُوا فَاِﯼﰍﰇ مَعَكُــمْ مِنَ الْمُتَرَبِّص۪ـينﭯ ﱳ وَاللّٰهُ يَعْصِمُكَ مِنَ النَّاسِ ﱳ فَاِنْ لَمْ تَفْعَلُوا وَلَنْ تَفْعَلُوا ﱳ وَلَنْ يَتَمَنَّوْهُ اَبَدًا ﱳ سَنُرِيهِمْ اٰيَاتِنَا ﯺﰆ الْاٰفَاقِ وَﯺﰍﰉ اَنْفُسِهِمْ حَتّٰى يَتَبَيَّنَ لَهُمْ اَنَّهُ الْحَقُّ ﱳ قُلْ لَئِنِ اجْتَمَعَتِ الْاِنْسُ وَالْجِنُّ ﱬ اَنْ يَاْتُوا بِمِثْلِ هٰذَا الْقُرْاٰـنِـ لَا يَاْتُونَ بِمِثْلِه۪ وَلَوْ كَــانَ بَعْضُهُمْ لِبَعْضٍ ظَه۪ـيرﭲا ﱳ يَاْﯽﰆ اللّٰهُ بِقَوْمٍ يُحِبُّهُمْ وَيُحِبُّونَهُ اَذِلَّةٍ ﱰ الْمُؤْمِن۪ـينﭯ اَعِزَّةٍ ﱰ الْكَــافِرِينَ يُجَاهِدُونَ ﯺﰍ سَب۪يلِ اللّٰهِ وَلَا يَخَافُونَ لَوْمَةَ لَٓائِمﭰ ﱳ وَقُلِ الْحَمْدُ لِلّٰهِ سَيُر۪يكُــمْ اٰيَاتِه۪ فَتَعْرِفُونَهَا ﱳ قُلْ هُوَ الرَّحْمٰنُ اٰمَنَّا بِه۪ وَعَلَيْهِ تَوَكَّلْنَا فَسَتَعْلَمُونَ مَــنْـ هُوَ ﯺﰍ ضَلَاـلٍـ مُب۪ـينﭰﱳ وَعَدَ اللّٰهُ الَّذ۪ينَ اٰمَنُوا مِنْكُــمْ وَعَمِلُوا الصَّالِحَاـتِـ لَيَسْتَخْلِفَنَّهُمْ ﯺﰆ الْاَرْضِ كَــمَا اسْتَخْلَفَ الَّذ۪يــنَـ مِنْ قَبْلِهِمْ وَلَيُمَكــِﯯـنَنَّ لَهُمْ د۪يَنهُمُ الَّذِـيـ ارْتَضٰى لَهُمْ وَلَيُبَدِّلَنَّهُمْ مِــنْـ بَعْدِ خَوْفِهِمْ اَمْنًا
Las noticias sobre lo Oculto que dan muchas aleyas como estas resultaron ser exactamente verdaderas. Porque la dio alguien que estaba sujeto a muchas críticas y objeciones y podría haber perdido su causa con el más mínimo error, y la dijo sin vacilaciones y con absoluta seriedad y confianza de un modo que confirmó su autenticidad, estas noticias de lo Oculto demuestra con certeza que quien la dio había recibió la lección de un Maestro Eterno y luego habló.
La Tercera Refulgencia es dar las noticias sobre las verdades Divinas, las verdades cósmicas y los asuntos del Más Allá. Las exposiciones del Corán sobre las verdades Divinas y sus explicaciones del cosmos, que resuelven el misterio del universo y el acertijo de la creación, son lo más importante de su revelación de lo Oculto. Porque no es razonable esperar que la razón humana descubra esas verdades sobre lo Oculto y las siga sin desviarse en medio de innumerables formas de extravío. Es sabido que los filósofos más brillantes de la humanidad no han podido resolver el más insignificante de aquellos temas usando la razón. Además, es sólo después de que el Corán aclaró aquellas verdades Divinas y verdades cósmicas, que señala, y después de que el corazón del ser humano se limpió y se purificó su alma, y después de que su espíritu avanzó y su mente se perfeccionó que su mente acepta esas verdades, y le dice al Corán: Barakallah “¡Qué grandes son las bendiciones de Allah!” Esta sección ha sido explicada y demostrada en parte en la Palabra Once, y no hay necesidad de repetirlo. Pero en cuanto a los hechos que se refieren al Más Allá y al Reino Intermedio, la mente humana por cierto no puede elevarse a ellos y verlos por sí misma. Sin embargo, lo pueden probar en la medida en que lo ve con los caminos mostrados por el Corán. Se explicó y se probó en la Palabra Diez qué tan correctas y verdaderas son estas noticias del Corán sobre lo Oculto.
Segundo Resplandor: Es la juventud del Corán. Preserva su frescura y juventud cada siglo como si fuera revelado recientemente. De hecho, el Corán tiene que ser perpetuamente joven ya que como discurso eterno, se dirige al mismo tiempo a todos los niveles de la humanidad en todas las épocas. Y así es cómo se ha visto y se ve. Incluso, a pesar de que todos los siglos son diferentes con respecto a las ideas y a la capacidad, es como si fuera para cada uno en particular, y enseña. Las obras y las leyes humanas envejecen como el ser humano, cambian y son cambiadas. Pero las reglas y las leyes del Corán son tan firmes y bien fundadas que aumentan en fuerza según pasan los siglos. Por cierto, esta época presente y la Gente del Libro de esta época, que más que nadie ha confiado en sí mismos y han hecho oídos sordos a las palabras del Corán, necesitan tanto de su discurso guía de:
يَٓا اَهْلَ الْكِتَابِ ﱳ يَآ اَهْلَ الْكِتَابِ “¡Oh, Gente del Libro! ¡Oh, Gente del Libro!”, que es como si se dirigiera a esta época directamente, y la frase يَٓا اَهْلَ الْكِتَابِ ‘¡Oh, Gente del Libro!’ comprende también el significado de يَآ اَهْلَ الْمَكْتَبِ ‘¡Oh, Gente de los Libros de las Ciencias Modernas!’ Deriva su grito de:
يَٓا اَهْلَ الْكِتَابِ تَعَالَوْا اِﱫﲄ كَلِمَةٍ سَوَٓاءٍ بَيْنَنَا وَبَيْنَكُــمْ[3] hasta los confines del mundo con toda su fuerza, toda su frescura, toda su juventud.
Por ejemplo, la civilización moderna, que es el producto del pensamiento de toda la humanidad y tal vez de los genios también, ha asumido una posición opuesta al Corán, que los individuos y las comunidades no han podido disputar. Con su hechicería impugna el milagro del Corán. Ahora, para demostrar la afirmación de esta aleya:
[4]قُلْ لَئِنِ اجْتَمَعَتِ الْاِنْسُ وَالْجِنُّ compararemos los fundamentos y principios que la civilización ha establecido en forma de disputa, con los principios del Corán.
En el Primer Nivel: Las comparaciones y equilibrios que forman todas las Palabras desde el Primero hasta la Veinticinco, y las aleyas en sus cabezas que forman sus verdades, todas, demuestran con la misma certeza de que dos más dos son cuatro el milagro y la supremacía del Corán frente a la civilización.
En el Segundo Nivel: Como las pruebas de la Palabra Doce, es para resumir una cantidad de principios. Por su filosofía, la civilización de hoy acepta la ‘fuerza’ como el punto de apoyo de la vida de la sociedad. Toma como su objetivo los ‘beneficios’; considera el principio de su vida como ‘conflicto’. Considera el lazo entre las comunidades como ‘racismo y nacionalismo negativo’. Mientras que su objetivo es proveer ‘entretenimientos ilícitos’ para gratificar los apetitos del alma e incrementar las necesidades del ser humano. Sin embargo, la marca de la fuerza es la agresión. Y ya que los beneficios son insuficientes para cubrir todas las necesidades, su marca es que todos se peleen y se empujen por ellos. La marca del conflicto es la disputa, y la marca del racismo es la agresión, ya que se contenta con devorar a otros. Así, es por estos principios de la civilización que a pesar de todas sus virtudes, ha provisto un tipo de felicidad superficial para sólo el veinte por ciento de la humanidad y arrojan al ochenta por ciento a la angustia y la pobreza.
La sabiduría del Corán, sin embargo, toma como su punto de apoyo la ‘verdad’ en lugar de la fuerza, y en vez de beneficios tiene ‘virtud y la complacencia de Allah’ como sus objetivos. Considera ‘el principio de asistencia mutua’ como fundamental en la vida, en vez del conflicto. En los lazos entre las comunidades acepta ‘los lazos de la religión, la clase y el país’, en lugar del racismo y el nacionalismo. Sus objetivos son poner una barrera ante los asaltos ilícitos de los apetitos viles del alma maligna e impulsar al espíritu hacia asuntos sublimes, satisfacer las emociones elevadas del ser humano e incentivarlo hacia las perfecciones humanas y hacerlo un ser humano verdadero. Y en cuanto a la verdad, su marca es la concordia, la marca de virtud es el apoyo mutuo, y la marca de la asistencia mutua, apresurando a la ayuda mutua. La marca de la religión es la hermandad y la atracción. Y el resultado de refrenar y encadenar el alma dominada por el mal y de liberar al espíritu impulsándolo hacia la perfección es la felicidad en este mundo y en el Próximo. Así, a pesar de las virtudes que la civilización de hoy ha adquirido de la guía del Corán en particular, y de las religiones anteriormente reveladas, en realidad así ha sido derrotado frente al Corán.
Tercer Nivel: De los miles de asuntos, señalaremos sólo tres o cuatro como ejemplos. Ya que los principios y las leyes del Corán han venido de la eternidad, durarán por siempre. No están condenados a envejecer ni morir como las leyes de la civilización. Son siempre jóvenes y fuertes. Por ejemplo, a pesar de las buenas obras de todas sus sociedades, de todos los establecimientos para la enseñanza de la ética, toda la disciplina y las leyes severas, la civilización no ha podido competir con el Sabio Corán en dos de sus asuntos, y ha sido derrotada por ellos. Estos asuntos son:
وَاَق۪يمُوا الصَّلٰوةَ وَاٰتُوا الزَّكٰوةَ ﱳ وَاَحَلَّ اللّٰهُ الْبَيْعَ وَحَرَّمَ الرِّبٰوا[5]
Los describiremos, esta victoria milagrosa, por medio de una introducción. Es así:
Como se demuestra en Isharat al-I’jaz, tal como la fuente de las revoluciones de la humanidad es una frase, así también otra frase es el origen de toda la inmoralidad.
Primera Frase: “Mientras yo esté lleno, qué me importa si otros mueren de hambre”.
Segunda Frase: “Tú trabaja para que yo pueda comer”.
Sí, las clases alta y baja de la sociedad humana, es decir, los ricos y los pobres, viven en paz cuando están en equilibrio. La base de ese equilibrio es la compasión y la bondad en las clases altas, y el respeto y la obediencia de las clases bajas. Ahora, la primera frase ha incitado a las clases altas a la práctica de la opresión, la inmoralidad y la inclemencia. Y tal como la segunda ha llevado a las clases bajas al odio, la envidia, y a enfrentarse con las clases altas, y ha negado la tranquilidad del ser humano durante unos siglos, así también en este siglo, como resultado de la lucha entre el capital y el trabajo, ha sido la causa de los eventos trascendentales de Europa que todos conocen. Así, junto con todas sus sociedades para las buenas obras, todos sus establecimientos para la enseñanza de la ética, toda la disciplina y las leyes severas, no se pudieron reconciliar estas dos clases de la humanidad, ni se pudieron sanar las dos heridas aterradoras de la vida humana. El Corán, sin embargo, erradica la primera frase con su orden de pagar el zakat, y lo sana. Mientras que arranca de raíz a la segunda frase con su prohibición sobre la usura y el interés, y lo cura. Por cierto, la aleya Coránica se para en la puerta del mundo y declara prohibido la usura y el interés. Lee su decreto a la humanidad, diciendo: “Para cerrar la puerta del conflicto, ¡cierra la puerta de la usura y del interés!” Prohíbe que sus estudiantes entren allí.
Segundo Principio: La civilización no acepta la poligamia. Considera el decreto del Corán como contrario a sí mismo y opuesto a la sabiduría y a los beneficios del ser humano. Por cierto, si el propósito del matrimonio fuera sólo para satisfacer la lujuria, la poligamia hubiera estado en contra de ello. Pero como lo atestiguan todos los animales y lo corroboran las plantas que se ‘casan’, el propósito y el objetivo del matrimonio es la reproducción. El placer de satisfacer la lujuria es una pequeña recompensa otorgada por la misericordia Divina para incentivar la realización de la tarea. Ya que en verdad y según la sabiduría, el matrimonio es para la reproducción y la perpetuación de la especie, ya que la mujer puede dar a luz sólo una vez al año, y puede ser fecundada sólo durante medio mes, y luego de los cincuenta cae en desesperación, y los hombres pueden fecundar hasta los cien años, y así una mujer es insuficiente para un hombre, la civilización se ha visto obligada a aceptar numerosas casas de mala reputación.
Tercer Principio: La civilización irracional critica la aleya Coránica que le otorga a la mujer un tercio de la herencia. Sin embargo, la mayoría de las reglas relacionadas a la vida social están de acuerdo con la mayoría, y mayormente una mujer encuentra alguien que la proteja. En cuanto al hombre, ella será una carga para él y tendrá que combinar esfuerzos con alguien más que le deje a ella su medio de sustento. Así, de esta forma, si una mujer toma la mitad del legado de su padre, su marido compensa su déficit. Pero si el hombre recibe dos partes de su padre, una parte la dará para mantener a la mujer con la que se ha casado, así igualándola con su hermana. La justicia del Corán requiere que sea así. Lo ha decretado de esta forma[6].
Cuarto Principio: Tal como el Corán prohíbe severamente la adoración de ídolos, así también prohíbe la adoración de imágenes, que es una especie de imitación de adorar ídolos. Mientras que la civilización cuenta la representación de formas como una de sus virtudes, y ha intentado disputar al Corán en este asunto. Pero las formas representadas, ya sean pictóricas o concretas, son la encarnación de la tiranía, o de la hipocresía, o de la lujuria; incitan a la lujuria y alienta a las personas a la opresión, a la hipocresía, y al libertinaje. Además, el Corán obliga compasivamente a las mujeres a llevar el velo de la modestia para que se las trate con respeto y esas minas de compasión no sean pisoteadas bajo los pies de deseos viles ni sean como mercadería sin valor sólo para la excitación de la lujuria[7]. La civilización, sin embargo, ha arrojado a las mujeres fuera de sus hogares, ha rasgado sus velos, y ha corrompido a la humanidad. Porque la vida de la familia continúa con el amor y el respeto mutuo entre el esposo y la esposa. Pero la vestimenta indecente ha destruido el respeto y el amor sincero, y ha envenenado la vida familiar. Mientras que la adoración de la forma humana en particular ha sacudido la moralidad de manera atroz, causando la humillación del espíritu del ser humano. Se puede comprender esto de lo siguiente: mirar lujuriosamente y con deseo el cadáver de una bella mujer que necesita piedad y compasión destruye la moralidad; así también, mirar lascivamente a los aspectos de mujeres muertas, o vivas, porque son como sus cadáveres pequeños, sacude de raíz a las emociones humanas elevadas, y las destruye.
Así, junto con ayudar a la felicidad humana de este mundo, de todos los miles de asuntos del Corán como los tres ejemplos anteriores también sirven a la felicidad eterna. Puedes comparar otros asuntos con éstos.
Tal como la civilización de hoy permanece derrotada frente a los principios Coránicos en lo relacionado a la vida social humana y, en realidad está en banca rota al enfrentarse al milagroso Corán, así también se ha demostrado fehacientemente en las veinticinco Palabras anteriores mediante las comparaciones entre la filosofía europea y la ciencia humana, que son el espíritu de la civilización, y la sabiduría del Corán que la filosofía es impotente y la sabiduría del Corán es milagroso. La impotencia y la bancarrota de la filosofía y lo milagroso y valioso de la sabiduría Coránica han sido demostradas en las Palabras Once y Doce; puedes referirse a ellas.
Además, tal como la civilización de hoy está derrotada ante la sabiduría del milagroso Corán con respecto a la sabiduría y a las acciones, lo mismo aplica a la literatura y a la retórica. La comparación de la literatura y la retórica de la civilización y del Corán es como el dolor oscuro y la queja desesperanzada de un huérfano sin madre y la canción baja y tumultuosa de un borracho, y la pena anhelante y esperanzada de un amante elevado que surge de una separación temporaria y las canciones patrióticas exhortando a la victoria o a la guerra o al sacrificio. Porque en relación a los efectos de sus estilos, la literatura y la retórica producen ya sea pena o felicidad. Y la tristeza es de dos tipos. Es ya sea una pena oscura que surge de la falta de amigos, es decir, no tener amigos ni dueño, que es la pena producida por la literatura de la civilización, que está manchada por el desvío, enamorada de la naturaleza, contaminada con descuido, o es la segunda pena. Esta surge de la separación de los amigos, es decir, los amigos existen, pero su separación provoca un pesar anhelante. Es la pena que da la guía y que esparce la luz que el Corán produce. La felicidad también es de dos tipos. Uno estimula los deseos del alma maligna. Es la marca de la literatura de la civilización en los campos del teatro, el cine y las novelas. Mientras que la otra felicidad silencia al alma maligna, y es sutil y cortés, incitando inocentemente al espíritu, al corazón, a la mente y a las facultades sutiles para alcanzar asuntos sublimes, hacia su hogar original y morada eterna, y sus compañeros del Más Allá; es la felicidad que produce el Corán de Milagrosa Exposición. Llena al ser humano con entusiasmo por el Paraíso y la felicidad eterna y la visión de la belleza de Allah.
Así, el significado vasto y la verdad poderosa que la aleya:
قُلْ لَئِنِ اجْتَمَعَتِ الْاِنْسُ وَالْجِنُّ ﱭ اَنْ يَأْتُوا بِمِثْلِ هٰذَا الْقُرْاٰنِ لَا يَأْتُونَ بِمِثْلِه۪
وَلَوْ كَانَ بَعْضُهُمْ لِبَعْضٍ ظَه۪ـيرﭲا[8]
expresa, aquellos de inteligencia escasa creen que es una suposición imposible con los objetivos de decir una obra exagerada de elocuencia. ¡Allah no lo permita! No es una exageración, ni es una suposición imposible; es una obra de la retórica absolutamente veraz, posible y real.
Un aspecto de ser de esta forma es este: si todas las palabras delicadas de los seres humanos y de los genios que no surgen del Corán y no pertenecen a él se unieran, no podrían imitar al Corán. Y no han podido imitarlo, porque no han podido demostrar que han podido. El segundo aspecto es este: la civilización, y la ciencia y la filosofía y la literatura europea, que son los productos del pensamiento y de los esfuerzos de la humanidad y los genios e incluso los demonios, permanecen en los pozos de la impotencia ante los decretos, la sabiduría y la elocuencia del Corán. Tal como mostramos en los ejemplos.
Tercer Resplandor: Es como si el Sabio Corán se volviera en cada siglo hacia toda las clases de la humanidad, y se dirigiera a cada una en particular. Por cierto, ya que el Corán invoca a toda la humanidad con todas sus clases y la instruye en la fe, la ciencia más elevada y sutil, y en el conocimiento de Allah, la rama de aprendizaje más ancha y más luminosa, y en las leyes del Islam, que son los conocimientos más importantes y variados, es esencial que deba instruir a cada clase y grupo apropiadamente. Lo que enseña, sin embargo, es lo mismo; no difiere. En cuyo caso, debe haber diferentes niveles en la misma lección, y según su nivel, cada clase toma su parte de uno de los velos del Corán. Hemos dado muchos ejemplos de esto, y pueden referirse a ellos. Aquí sólo indicaremos uno o dos puntos menores, y la parte de la comprensión de una o dos clases.
Por ejemplo : لَمْ يَلِدْ وَلَمْ يُولَدْ ﱳ وَلَمْ يَكُنْ لَهُ كُفُوًا اَحَدٌ[9]
La parte de comprensión de esto de la gente común, que conforma la clase más numerosa: “Allah Todopoderoso está por encima de tener un padre o un hijo, familiares o una esposa”. Mientras que la parte de la clase media: “Es negar la divinidad de Jesús (p.), y de los ángeles, y de todo lo que haya nacido”. Porque a pesar de negar algo imposible es aparentemente sin sentido, según las reglas de la retórica, se intenta una afirmación necesaria, que le da su propósito. Así, el propósito de negar al hijo y al padre, que son específicos de la corporalidad, es negar la divinidad de aquellos que tienen descendencia y padres e iguales; y es demostrar que no son merecedores de ser adorados. Es por esto que la Sura al-Ijlás es beneficiosa para todos en todo momento.
La parte de una clase más avanzada: “Allah Todopoderoso está por encima de todas las relaciones que sugieren dar a luz y nacer. Él está exento de todo copartícipe, ayudante o igual. Sus relaciones con todos los seres son aquellas de Creador. Él crea con Su elección, con Su eterna voluntad con la orden de “¡Se!” Y es. Lejos está de tener cualquier relación que sea contraria a la perfección, o que sea obligatoria, necesaria o involuntaria”.
Y la parte del entendimiento de una clase más alta aún: “Allah Todopoderoso es eterno, Él es el Primero y el Último. Ni en Su esencia, ni en Sus atributos, ni en Sus acciones, tiene de ninguna manera ningún tipo de igual, par, semejante o parecido, ni nada similar, que se parezca o sea análogo de Él. Sólo, en Sus actos, puede haber comparaciones que expresen similitud: وَلِلّٰهِ الْمَثَلُ الْاَعْـﱱ[10]ﲄ Puedes hacer analogías con lo mencionado para otras clases de personas, que todas reciben diferentes partes, como aquellos que han logrado el conocimiento de Allah, los amantes de Allah, y los verdaderamente sinceros.
Un Segundo Ejemplo: مَا كَانَ مُحَمَّدٌ اَبَٓا اَحَدٍ مِنْ رِجَالِكُمْ[11]
La parte de entendimiento de esto es de la primera clase: “Zaid, el siervo del Noble Mensajero de Allah (PyB), a quien también llamó ‘mi hijo’, se divorció de su majestuosa esposa porque no se consideraba igual a ella. Por orden de Allah, el Mensajero (PyB) la tomó como esposa. La aleya dice: ‘Si el Profeta te llama hijo, es con respecto a su Misión Profética. En relación a su persona, él no es tu padre, para que las mujeres que él despose no sean inadecuadas para él’”.
La parte de la segunda clase es esta: “Un gran gobernante cuida de sus súbditos con compasión paternal. Si él es un monarca espiritual que gobierna tanto para afuera como para adentro, entonces ya que su compasión va cien veces más allá que la de un padre, sus súbditos lo consideran como un padre y se consideran a sí mismos como sus hijos reales. El punto de vista de un padre no se puede transformar en el de un esposo, y el punto de vista de una hija no se puede transformar fácilmente en la de una esposa, entonces, ya que el Profeta (PyB) despose a las hijas de los creyentes sería inapropiado, el Corán dice: ‘El Profeta (PyB) actúa con bondad con ustedes y con el ojo de la compasión Divina, y los trata de modo paternal. En nombre de su Misión Profética, ustedes son como sus hijos. Pero con respecto a su persona humana, él no es su padre por que al tomar una esposa de entre ustedes no sea inapropiado’”.
El tercer grupo entendería esto así: “No deberías reclamar una conexión con el Profeta (PyB), y apoyándote en sus perfecciones y confiando en su compasión paternal, cometer errores y faltas”. Sí, mucha gente es perezosa porque dependen de sus mayores o en sus guías. Incluso a veces dicen: “Nuestras oraciones ya fueron realizadas” (Como algunos Alawitas).
El Cuarto Punto. Otro grupo entendería un signo de lo Oculto de esta aleya como sigue: Los hijos varones del Profeta (PyB) no mantendrían el nivel de ‘hombres’ [riyal]; como consecuencia de algún propósito sabio, sus descendientes no continuarían como hombres. Ya que con el uso del término árabe de ‘riyal’ se indica que él es el padre de las mujeres, su línea continuaría con las mujeres. Y, Alabado sea Allah, los descendentes benditos de Fátima, como Hassan y Husein, las lunas radiantes de dos líneas luminosas, continuaron la línea física y espiritual del Sol de la Misión Profética.
اَللّٰهُمَّ صَلِّ عَلَيْهِ وَﱭ اٰلِه۪
¡Oh, Allah! Otórgales bendiciones a él y a su familia.
(La Primera Luz aquí llega a una conclusión con Tres Rayos.)
[1] Corán, 30:1-2
[2] Ya que estas aleyas que dan información de lo Oculto se han explicado en numerosos comentarios Coránicos, y también debido a la prisa impuesta sobre el autor por su intención de hacer imprimir este trabajo en la vieja escritura Otomana, no se han explicado aquí y aquellos valiosos tesoros permanecen cerrados.
[3] Corán, 3:64
[4] Corán, 17:88
[5] Corán, 2:43, etc, 2:275
[6] Esta es parte de mi defensa en la corte, que fue el complemento de la Apelación y que silenció a la corte. Es apropiado que este párrafo sea un pie de página. Le dije a la corte: Seguramente si hay algo de justicia sobre la faz de la tierra, rechazaría y anularía una decisión injusta que ha declarado culpable a alguien por explicar una regla muy sagrada, justa y Divina que gobierna en la vida social de trescientos cincuenta millones de personas en el año mil trescientos cincuenta, y en cada siglo, confiando en la confirmación y el consenso de trescientos cincuenta mil comentarios Coránicos, y siguiendo las fes de nuestros antecesores de mil trescientos cincuenta años.
[7] El Destello Veinticuatro de la Carta Treinta y Uno sobre el velo de las mujeres ha demostrado fehacientemente que la vestimenta islámica es natural para las mujeres, y que hacerla a un lado va en contra de la naturaleza de las mujeres.
[8] Corán, 17:88
[9] Corán, 112:3-4
[10] Corán, 16:60
[11] Corán, 33:40