Al Fiscal Público de Afyon y el Presidente y los Miembros de la Corte
[Estoy presentándoles para proteger mis derechos, exactamente los mismos nueve ‘Principios’ que presenté ante las autoridades judiciales de Denizli.]
Hace veinte años abandoné la vida social, y especialmente la vida oficial, refinada y política como esta. No se qué posición se debe tomar en estas situaciones, y no pienso en ello, y pensar en ello me provoca una angustia aguda. Pero estoy obligado a presentar esta defensa y petición desorganizada, que es la conclusión y el resumen de las respuestas que le di a las numerosas preguntas repetitivas y caprichosas de un miembro injusto de otra corte legal. Tal vez carezca de orden y contenga repeticiones irrelevantes e innecesarias, las expresiones vehementes que pueden actuar en mi contra, y oraciones que se opusieron a las nuevas leyes, que no conozco. Pero ya que procede de la verdad, en honor a la verdad no se deben tener en cuenta las faltas. Este discurso de petición y defensa se basa en nueve ‘Principios’.
El Primero: Ya que según el principio de libertad de conciencia de la República, el Gobierno de la República no interfiere con los irreligiosos y disolutos, seguramente no debería interferir con los religiosos y rectos; y ya que ninguna nación irreligiosa puede continuar existiendo, y con respecto a la religión, Asia no se ajusta a Europa, y un musulmán irreligioso no se parece a ninguna persona sin religión; y ya que ningún tipo de progreso o civilización puede tomar el lugar de la religión, o la rectitud, o el aprendizaje de las verdades de la fe en particular, que son la necesidad innata de la gente de este país, que por mil años ha iluminado el mundo con su religión y heroicamente ha preservado su firmeza de fe frente a los asaltos de todo el mundo, y no puede olvidarse esa necesidad; seguramente ningún gobierno de esta nación en este país puede intervenir y no debe permitir que se intervenga en Risale-i Nur con respecto a la justicia y la ley y el orden público.
Segundo Principio: Ya que una cosa es rechazar algo y algo completamente diferente es no actuar según ello; y todos los gobiernos tienen opositores feroces; y hubo musulmanes bajo el gobierno del Zoroastrismo, y los judíos y cristianos bajo el gobierno islámico del Califa Omar; y todos quienes no le causan problemas al gobierno ni perturban el orden público tienen libertad personal, y esto no se puede restringir, y los gobiernos se dirigen a las manos no hacia el corazón; y ya que quienes quieren alterar el orden público y la administración e interferir en la política indudablemente se interesan en los periódicos y los asuntos actuales para aprender sobre los movimientos, situaciones y eventos que los ayudará para no hacer movimientos en falso; y ya que Risale-i Nur no restringe a sus estudiantes que como mis amigos cercanos saben, por veinticinco años me ha hecho renunciar a leer los periódicos e incluso preguntar sobre ellos o sentir curiosidad y pensar en ellos; y ya que durante diez años me he retirado de la vida social a tal punto que aparte de la derrota de Alemania y la difusión del comunismo no he escuchado noticias sobre lo que está pasando en el mundo y la situación actual; por cierto y sin lugar a dudas nadie puede atacarme y mis hermanos como yo sobre la base de la sabiduría del gobierno, las leyes de la política, y los principios de la justicia; y si lo hacen, será debido a engaños, o por odio u obstinación.
Tercer Principio: Me veo obligado a dar los siguientes detalles largos por las objeciones insignificativas e innecesarias sobre el rayo cinco del fiscal público de la corte anterior, que hizo debido a un malentendido relacionado no a la ley, sino a su amor intolerante por cierta persona muerta.
Primero: Antes de que llegara a manos del Gobierno, traté al Rayo Cinco como confidencial. Además, no se encontró en ninguno de los allanamientos. También, su propósito fue sólo el de salvar a la gente común de las dudas relacionadas a su fe y el de negar los Hadices alegóricos. Considera los aspectos mundanales de los Hadices sólo indirectamente, en tercero o cuarto lugar. Las noticias que hace son verdaderas. Además, no desafía a los políticos ni a los mundanales; sólo da noticias. También, no especifica a nadie. Explica de manera general el verdadero significado de un Hadiz. Pero aplicaron esa verdad general a una persona temible que vive en este siglo. En consecuencia, la objetaron, creyendo que se había escrito recientemente. De hecho, el original del tratado fue previo al Darü’l-Hikmet, pero se ordenó tiempo después, y se incluyó en Risale-i Nur. Fue así:
Hace cuarenta años, el año antes de la Proclama de la Constitución, vine a Estambul. El Comandante en Jefe del ejército japonés había hecho algunas preguntas sobre la religión a los eruditos de Estambul de ese momento. Los maestros de religión de Estambul me preguntaron sobre ellas. Me preguntaron muchas cosas sobre esa conexión.
Por ejemplo, me preguntaron sobre el Hadiz que dice: “Al final de los tiempos, un individuo temible surgirá a la mañana y en su frente tendrá escrito: ‘Este es un infiel’”. Les dije: “Esta persona extraordinaria vendrá a liderar esta nación; surgirá a la mañana, se pondrá un sombrero [de ala ancha] en su cabeza, y hará que otros se lo pongan”.
Después de recibir esta respuesta, me preguntaron: “¿No serán infieles quienes lo lleven?” Dije: “Serán obligados a llevar el sombrero y les prohibirán prosternarse para rezar. Pero la fe en las cabezas de quienes lleven el sombrero hará que el sombrero se prosterne, y si Allah quiere, lo hará musulmán”.
Entonces dijeron: “Esta persona beberá agua y su mano se agujereará, y se sabrá por esto que él es el Sufyan”. Les dije en respuesta: “Se dice comúnmente sobre alguien que es muy extravagante que él tiene un agujero en su mano. Es decir, no se puede aferrar a nada; se le escapa y se pierde. Así, este hombre temible será un adicto al raki, lo enfermará, se volverá excesivamente extravagante y acostumbrará a otros a estar igual”.
Entonces alguien preguntó: “Cuando muera, Satanás proclamará en voz alta al mundo desde ‘Dikili Taş’ en Estambul que fulano ha muerto”. Entonces dije: “La noticia se transmitirá por telégrafo”. Sin embargo, oí justo después de eso que se había inventado la radio, y me di cuenta de que mi respuesta no había sido del todo precisa. Ocho años después, mientras estuve en Darü’l-Hikmet, dije: “Lo transmitirá al mundo por radio como Satanás”.
Entonces me hicieron preguntas sobre la Barrera del Dhu’l-Qarnayn, Gog y Magog, el Anticristo (Dayyal), y la segunda llegada de Jesús (la paz sea con él), y les respondí. De hecho, las respuestas están escritas en parte en mis viejos tratados. Algún tiempo después, Mustafa Kemal dos veces me convocó a Ankara por código, por medio del ex-gobernador de la provincia de Van, mi viejo amigo, Tahsin Bey, en reconocimiento a mi trabajo publicado Los Seis Pasos (Hutuvât-i Sitte). Yo fui. Ya que el Sheik Sanusi no sabía kurdo, se propuso que yo debería tomar su lugar como ‘predicador general’ de las provincias del Este con un salario de trescientas liras. También me ofrecieron un cargo como diputado, y mi puesto anterior junto con los otros miembros de Darü’l-Hikmet dentro del Directorio de Asuntos Religiosos. Además, al aprobarse por ciento sesenta y tres de doscientos diputados, ciento cincuenta mil liras se designaron para la Medrese tü’z-Zehra, mi universidad en el Este, cuyos fundamentos había establecido en Van, y esto fue aceptado. Sin embargo, ya que vi que las noticias del original del Rayo Cinco, en parte se realizaron desde una persona de allí, me vi obligado a renunciar a esos deberes tan importantes. Diciéndome a mí mismo que no se podía oponer ni confrontar a esta persona, renuncié al mundo, a la política, y a la vida social; dediqué todo mi tiempo a salvar la fe religiosa. Sin embargo, una cantidad de oficiales tiranos e injustos me obligaron a escribir dos o tres tratados que se referían al mundo.
Más tarde, en conexión con algunas preguntas hechas por algunas personas sobre los Hadices alegóricos que dan noticia de los eventos del final de los tiempos, reordené ese viejo tratado. Recibió el nombre de Rayo Cinco. Risale-i Nur no está numerada cronológicamente. Por ejemplo, la Carta Treinta y Tres se escribió antes de la Carta Uno, y el original del Rayo Cinco y algunas otras partes se escribieron antes de Risale-i Nur misma. De todos modos… las objeciones ilegales, innecesarias e imprecisas y las preguntas de un fiscal público, preguntadas por el amor intolerante de Mustafa Kemal, me forzaron a tener que dar estas explicaciones fuera de tema. Doy aquí como un ejemplo algunas de las cosas enteramente personales e ilegales que él dijo en nombre de la ley. Dijo:
“¿No está usted sinceramente arrepentido de haberlo insultado en el Rayo Cinco con expresiones como ‘bebiendo raki y vino como una bomba de agua’?” Digo como respuesta ante el fanatismo completamente insignificante y errado que surge de su amor: “La victoria y el honor del ejército heroico no puede adjudicársele a él; puede sólo tener una parte de ello. Como sería tiránico y una injusticia increíble si el botín, las posesiones y las raciones de un ejército se le dieran a su comandante. Sí, tal como él me acusó de no amar a ese hombre injusto y extremadamente equivocado, así como me acusó de ser un traidor, entonces yo lo acuso de no amar al ejército, porque le adjudica todo su honor y botín espiritual al hombre que ama, privando al ejército de toda gloria. La realidad es qué cosas positivas, e instancias de bien y virtud, se deben distribuir entre la comunidad y el ejército, y las cosas negativas, la destrucción y las faltas se le deben adjudicar al jefe. Porque la existencia de algo depende de la existencia de todas sus condiciones y elementos, y el comandante es sólo una de las condiciones. Mientras que la inexistencia de una cosa y sus partes en baja, ocurre a través de la inexistencia de una de sus condiciones y uno de sus elementos que se arruinan y destruyen. Las instancias de bien y las virtudes de la mayor parte son positivas y pertenecen a la existencia. Los líderes no pueden reclamarlas. Las instancias de mal y de las faltas son destructivas y pertenecen a la inexistencia, y los líderes son responsables por ellas. Mientras que la realidad es así, tal como si una tribu gana victorias, se aplaude ‘Hasan Aga’ y si la tribu es derrotada, se humilla a la tribu, y esto se juzga como lo opuesto a la verdad; de la misma manera, como si fuera en nombre de la corte, el fiscal público me imputó una falta que era completamente lo opuesto a la verdad y a la realidad.
Similarmente a este error, justo antes de la Primera Guerra Mundial, mientras estaba en Van, un número de personas religiosas y temerosas de Allah vinieron a mí. Me dijeron: “Algunos de los comandantes militares actúan en contra de la religión. Vengan y únanse a nosotros, nos vamos a rebelar en contra de ellos”.
Les dije: “La mala conducta y la irreligión como esa es particular a los comandantes como ellos; no se puede responsabilizar al ejército por ello. Tal vez haya cien mil evliyas en el Ejército Otomano; no desenfundaré mi espada contra ellos. No me uniré a ustedes”. Me dejaron, desenfundaron sus espadas y ocurrió el incidente infructífero de Bitlis. Poco tiempo después comenzó la guerra Mundial. El ejército tomó parte en ella en nombre de la religión; entró en yijad, y mil mártires se elevaron al nivel de evliyas. Ellos confirmaron lo que yo había dicho, firmando los decretos para ser evliyas con su propia sangre. De todos modos… fui obligado a relatar esto hasta cierto punto. La actitud extraordinaria de un fiscal público que actuó burlonamente hacia mí y Risale-i Nur debido a sentimientos y parcialidad sin importancia y erróneos, en nombre de la justicia, una marca incontrovertible de la cual es la impermeabilidad a todos los sentimientos e influencias externas, me condujo a hacer esta larga declaración.
Cuarto Principio: Después de examinar durante cuatro meses cientos de copias de los tratados y de las cartas, la Corte de Eskishehir sólo pudo dar sentencias de seis meses a quince hombres de ciento veinte, y un año para mí por quince palabras en uno o dos tratados de cien. Nos absolvieron de fundar una orden sufí y de organizar una sociedad política y de la cuestión del sombrero. De todos modos ya habíamos cumplido la sentencia. Luego en Kastamonu no encontraron nada en numerosos allanamientos. Y hace algunos años en Esparta todas las partes de Risale-i Nur sin excepción, tanto las confidenciales como las otras, llegaron a manos de las autoridades. Se las devolvieron todas a sus dueños después de tres meses de escrutinio. Unos años después, todas las partes de Risale-i Nur permanecieron por dos años en las Cortes de Denizli y de Ankara, luego nos las devolvieron. Ya que el hecho es ese, quienes me acusan a mí y a los estudiantes de Risale-i Nur emocional, maliciosa e ilegalmente en nombre de la ley como él, están acusando ante nosotros tanto a la Corte de Eskishehir como a la de Denizli, y la Corte Criminal de Ankara, haciéndolas socias de nuestro crimen, si es que lo hay. Porque si hubiéramos sido culpables, esas dos o tres autoridades no lo vieron a pesar de su escrutinio detallado o lo pasaron por alto, y dos cortes no lo vieron después de haberlo estudiado minuciosamente durante dos años, o lo pasaron por alto, que los hace más culpables a ellos que a nosotros. Sin embargo, si hubiéramos tenido algún deseo de interferir en el mundo, no hubiera sido con el zumbido de una mosca sino que hubiera explotado y hubiera producido un estruendo como un cañón.
Sí, cualquiera que acuse de intriga política a una persona que se defendió a sí misma vehementemente y sin restricciones en la Corte Militar después del Incidente del Treinta y Uno de Marzo y en la Oficina del Orador frente al enojo de Mustafa Kemal, diciendo que él había estado tramando sus planes durante dieciocho años sin permitir que nadie lo supiera, seguramente lo hace con algún propósito malicioso. Tenemos esperanza de que al igual que el fiscal público de Denizli, el fiscal público de Afyon nos salve de la malicia y de las acusaciones de esa gente y demuestre verdadera justicia.
Quinto Principio: Un principio fundamental de los estudiantes de Risale-i Nur es que en la medida de lo posible, no interfieren en política, o en los asuntos administrativos, ni de las actividades del gobierno, porque para ellos trabajar sinceramente para el servicio del Corán lo vale todo y es suficiente.
Tampoco nadie que entra en la política, entre las corrientes abrumadoras que prevalecen actualmente, puede preservar su independencia y sinceridad. Está destinado a volverse sujeto de una de esas corrientes, y lo explotará con fines mundanales. Corromperá lo sagrado de esta tarea. También, en la lucha por lo material, debido a la tiranía y despotismo absoluto, que es la regla de este siglo, tendría que aplastar numerosos seguidores inocentes de una persona por el error que haya cometido esa persona. De otra manera, sería derrotado. También parecería según el punto de vista de quienes habían renunciado a su religión por el mundo, o quienes lo explotaron, que las sagradas verdades del Corán, que no pueden ser la herramienta de nada, estaban siendo explotadas para propaganda política. También, cada clase de personas, seguidores y opositores, oficiales y gente común, deberían tener una parte de aquellas verdades y todos las necesitan. Los estudiantes de Risale-i Nur deben, en consecuencia, evitar la política y la lucha por lo material por completo, y no estar de ninguna manera involucrados con ellas, para que puedan permanecer completamente imparciales.
Sexto Principio: Risale-i Nur no debería ser atacado en este asunto por mis faltas personales o las de algunos de mis hermanos. Está atado directamente al Corán, y el Corán está atado al Trono Supremo. ¿Quién tiene la habilidad de extender su mano y desatarlo? También, como lo indican las treinta y tres aleyas Coránicas, las tres maravillas de lo Oculto del Imám Ali (que Allah esté complacido con él) y los pronunciamientos certeros de Gawth al-A’zam (que su misterio sea santificado), Risale-i Nur ha realizado un servicio extraordinario por este país y es una fuente de abundancia material y refulgencia espiritual para él, y no puede, en consecuencia, considerarse responsable por nuestras faltas pequeñas y personales; no debería considerarse responsable. De lo contrario, se provocarán pérdidas tanto materiales como espirituales en este país que serán imposibles de reparar.
Si Allah lo permite, los asaltos y las maquinaciones diabólicas contra Risale-i Nur de algunos ateos hostiles hacia nosotros se frustren, porque sus estudiantes no se pueden comparar a otros, no se pueden esparcir ni ser obligados a renunciar; con la gracia de Allah, no serán derrotados. Si el Corán no les hubiera prohibido la defensa física… esos estudiantes, que están en todas partes y se han ganado el favor público, que es como la sangre de vida de esta nación, nunca se hubieran involucrado en incidentes pequeños e infructuosos como los incidentes del Sheik Said y de Menemen. Si, Allah no lo permita, fueran perseguidos al punto de que estuvieran obligados y que Risale-i Nur fuera atacado, los ateos y disolutos que engañan al Gobierno se arrepentirían miles de veces.
En Breve: Ya que no interferimos en los mundos de los mundanales, ellos no deberían interferir en nuestro trabajo por el Más Allá ni en nuestro servicio de fe religiosa.
[Aquí estoy relatando en forma de defensa un viejo recuerdo y una anécdota placentera que no se divulgaron en la Corte de Eskishehir y no se escribieron en los registros oficiales, ni se incluyeron en mis discursos de defensa.]
Me preguntaron allí: “¿Qué piensas sobre la República?” Respondí: “Como lo demuestra mi biografía que ustedes tienen en sus manos, yo era un republicano religioso antes de que cualquiera de ustedes, con la excepción del Presidente de la Corte, hubieran nacido. Un resumen de esto: como ahora, yo estaba viviendo en ese momento en reclusión en una tumba remota. Solían traerme sopa, y yo les daba los granos de la sopa a las hormigas. Solía comer mi pan empapado en la sopa. Me preguntaron sobre ello y les dije: las naciones de la hormiga y de la abeja son republicanas. Les doy los granos de la sopa a las hormigas por respeto a su republicanismo”.
Luego me dijeron: “Están oponiéndose a las generaciones rectas del Islam”. Les dije en respuesta: “Los Cuatro Califas Bien Guiados fueron a la vez Califas y Presidentes de la República. Abu Bakr el Veraz (que Allah esté complacido con él), los Diez Paraísos Prometidos, y los Compañeros del Profeta fueron como presidentes de la república, pero no como un nombre y un título vacío, eran las cabezas de la república religiosa que portaron el significado de la verdadera justicia y libertad según la Sharía”.
¡Sr. Fiscal y Miembros de la Corte! Me están acusando de sostener una idea opuesta a la que he sostenido durante cincuenta años. Si ustedes me preguntan sobre la república secular, lo que yo entiendo por ello es que ‘secular’ (laico) significa ser imparcial; es decir, un gobierno que, según los principios de libertad de conciencia, no interfiere con los religiosos y piadosos, al igual que no interfiere con los irreligiosos y disolutos. Me retiré de la vida política y social hace veinticinco años, y qué forma ha tomado el Gobierno de la República, no lo se. Si, y busco refugio en Allah, ha asumido una forma temible por medio de la cual, por la irreligión, propone y acepta leyes para incriminar a quienes trabajan por su fe y sus vidas en el Más Allá, entonces les anuncio sin temor y les advierto que si tuviera mil vidas, estaría preparado para sacrificarlas todas por la fe y la vida en el Más Allá. ¡Hagan lo que ustedes quieran! Mi última palabra es: “¡Allah es suficiente para nosotros, qué excelente Guardián!” En respuesta a que equivocadamente me están condenando a la pena capital o a trabajo forzado, digo: como Risale-i Nur ha descubierto y mostrado con absoluta certeza, no estoy siendo ejecutado; estoy siendo dado de baja y partiendo hacia el mundo de la luz y la felicidad. ¡En cuanto a ustedes, nuestros enemigos encubiertos, desdichados que nos oprimen en nombre del extravío! Ya que ustedes saben que están condenados a la extinción eterna y al eterno confinamiento solitario, y he visto esto, ¡me he vengado de ustedes totalmente, y estoy preparado para rendir mi espíritu con una perfecta paz mental!
Séptimo Principio: Como consecuencia de las investigaciones superficiales realizadas en otros lugares, la Corte de Afyon nos consideraron como una sociedad política. Mi respuesta es esta:
Primero: Como lo atestiguan todos quienes han hecho amistad conmigo, no he leído ningún periódico en diecinueve años, ni he escuchado las noticias, ni he preguntado por nada, y durante los últimos diez años y cinco meses no he recibido ninguna noticia sobre la derrota alemana y el terror del comunismo, ni he sentido curiosidad, ni he sabido nada. Una persona así seguramente no tiene ningún tipo de conexión con la política, ni ninguna relación con ninguna sociedad política.
Segundo: Las ciento treinta partes de Risale-i Nur están allí para que todos las vean. Al comprender que ellas no contenía ningún objetivo mundanal ni nada que no fueran las verdades de la fe, la Corte de Eskishehir no las objetó con excepción de una o dos partes, y la Corte de Denizli no objetó ninguna de ellas, y a pesar de estar bajo constante vigilancia durante ocho años, la gran fueraza policial de Kastamonu no pudo encontrar ningún cargo aparte de mis dos asistentes y otros tres, y esos cargos fueron meramente pretextos. Esta es una prueba decisiva de que los estudiantes de Risale-i Nur no son una sociedad política de ningún tipo. Si a lo que se refieren con ‘sociedad’ en la acusación es una comunidad preocupada por la fe religiosa y el Más Allá, en respuesta decimos esto:
Si el nombre de ‘comunidad’ se les da a los estudiantes universitarios y algún tipo de comerciantes, también se puede aplicar a nosotros. Pero si nos llaman una comunidad que pone en peligro la seguridad interna al explotar los sentimientos religiosos, en respuesta decimos:
Los hechos de que en ningún lugar durante un período de veinte años en estas épocas tormentosas, los estudiantes de Risale-i Nur hayan puesto en peligro la seguridad interna ni alterado el orden público, y que ningún incidente se haya registrado ya sea por el Gobierno o por alguna corte, refuta esta acusación. Si el nombre de comunidad se le da con el significado de que pudiera poner en peligro la seguridad interna en el futuro a través del fortalecimiento de los sentimientos religiosos, decimos esto:
Primero, la Dirección de Asuntos Religiosos y todos los predicadores realizan el mismo servicio.
Segundo, no es que perturban la paz ni ponen en peligro la seguridad, los estudiantes de Risale-i Nur protegen la nación de la anarquía con todas sus fuerzas y su convicción, y mantienen el orden público y velan por la seguridad. La evidencia de esto se ha citado en el Primer Principio.
Sí, somos una comunidad, y nuestro objetivo y programa es salvarnos primero a nosotros mismos y luego a nuestra nación de la aniquilación eterna y del eterno confinamiento solitario en el Reino Intermedio, y proteger a nuestros compatriotas de la anarquía y de la ilegalidad, y protegernos a nosotros mismos con las verdades firmes de Risale-i Nur contra el ateísmo, que es el medio para destruir nuestras vidas en este mundo y en el próximo.
Octavo Principio: Al decir que estos tratados contienen algunas expresiones duras, nos acusan como resultado del estudio deficiente y superficial de Risale-i Nur llevado a cabo en otros lugares. En respuesta digo esto: ya que nuestro objetivo es la fe y el Más Allá, no es la confrontación con los mundanales. Y ya que la dureza particular de este par de tratados insignificantes no fue intencional – nos hemos topado con los mundanales mientras avanzamos hacia nuestro objetivo – por cierto que no infiere ningún prejuicio político. Y ya que las posibilidades son una cosa y que ocurran es otra cosa, y de lo que nos acusaron fue de ‘posiblemente’ poner en peligro el orden público sin haberlo hecho, no tiene sentido, porque cualquiera puede matar a cualquier otra persona. Y ya que durante un período de veinte años en sus investigaciones detalladas en veinte mil personas, en miles de copias y cartas, y en sus allanamientos, ni en Eskishehir, ni el Kastamonu, ni en Esparta, ni en Denizli pudieron encontrar nada que constituya un crimen real, la Corte de Eskishehir fue obligada a encontrarnos culpables por un breve tratado bajo un artículo de una ley ‘elástica’, y sólo pudo darnos una sentencia de seis meses a quince personas de cien de modo tal que deberían haber sentenciado a todos los que enseñan religión. Me pregunto si las veinte cartas confidenciales que una de vuestras personas hubiera escrito durante un año fueran examinadas, ¿no contendrían veinte oraciones que lo avergonzarían? Pero el hecho de que veinte mil copias de los tratados y las cartas de veinte mil personas no pudieron encontrar veinte oraciones verdaderamente incriminatorias muestra que el objetivo de Risale-i Nur es solamente el Más Allá. No tiene ninguna relación con este mundo.
Noveno Principio: Como en los asuntos que el justo fiscal de la Corte de Denizli incluyó en la acusación por los registros injustos y superficiales de otros lugares, así también en la Corte de Afyon – como lo indicó lo que experimentamos mientras fuimos indagados – se inventaron pretextos para que nos acusaran en relación a los mismos asuntos, y las cartas sin fecha, y la correspondencia de veinte, quince y diez años, y el Rayo Cinco – cuyas respuestas decisivas se encuentran en el Tercer Principio y en la Segunda Pregunta de mi petición anteriormente mencionados – y cuatro o cinco tratados de los ciento treinta que tiene Risale-i Nur, y una cantidad de cartas y tratados que se investigaron por la Corte de Eskishehir y para los que las oraciones se reservaron, fueron más tarde cubiertos por el indulto y fuimos absueltos por la Corte de Denizli. ¿Se puede decir de alguien quien con un discurso afuera del Ministerio de Guerra durante el Incidente del Treinta y Uno de Marzo ordenó a ocho batallones que no habían prestado atención al Sheik al-Islam y a los eruditos, que lucharon durante ocho años – como lo establece el reporte policial – y que sólo lograron engañar a veinte o treinta personas? Por ejemplo, en la gran ciudad de Kastamonu ¿pudo engañar a sólo cinco personas? Porque durante el asunto de Denizli, en Kastamonu sacaron todos mis papeles y libros, tanto confidenciales como otros, de debajo de la leña, y después de estudiarlos durante tres meses no pudieron encontrar a nadie en esa gran ciudad aparte de Feyzi, Emin, Hilmi, Tevfik y Sâdik. Porque Feyzi y los otros habían realizado algunos servicios personales para mí por Allah, fueron enviados a prisión, junto con los tres hermanos y otros tres o cuatro que encontraron en Emirdag, quienes me ayudaron durante tres años y medios. Si hubiera hecho lo que ese reporte superficial afirmaba, hubiera engañado no a cinco ni diez personas sino a cientos de miles, o incluso quinientos mil. Como en la Corte de Denizli señalé muchos errores de los reportes policiales, aquí también estoy señalando uno o dos ejemplos:
Nos acusaron de “corromper la religión” porque, siguiendo una tradición islámica practicada desde la época del Profeta (PyB), yo había compilado un Hizb al-Qur’ani como un gran An’am de los cientos de aleyas reconocidas que forman las fuentes de Risale-i Nur.
También, quieren incriminarnos al mostrar que el Tratado Sobre la Vestimenta Islámica se escribió y se publicó este año, mientras que yo ya he cumplido una sentencia de un año por ello, y lo traté como confidencial, y como lo anotaron en el reporte policial, lo sacaron de debajo de pilas de leña. También, a pesar de que la persona conocida no respondió y se quedó en silencio frente a las objeciones y las palabras duras, le dije en la Oficina del Orador en la Asamblea de Ankara, con mucha exageración la fiscalía le aplicó literalmente las críticas naturales, necesarias, generales y confidenciales de mis explicaciones de cuarenta años previamente relacionadas a un Hadiz que describe sus errores, después de su muerte, haciéndolo una ofensa tipificada como delito para nosotros. ¿Puede haber alguna comparación entre la memoria de alguien que está muerto y enterrado; y que ya no tiene ninguna conexión con el Gobierno, y las leyes de justicia que son el recuerdo de la nación y el gobierno y una manifestación de la soberanía de Allah Todopoderoso?
También, la libertad de conciencia que, de los principios adoptados por el Gobierno de la República, es en lo que más hemos confiado y con lo que nos hemos defendido, se convirtió en algo que hemos trasgredido, como si nos opusiéramos a ello.
También, porque critiqué los males y las faltas de la civilización, cosas inimaginables se me adjudican en los reportes policiales: como si no aceptara el uso de la radio[1], el avión o el tren, me acusan de oponerme al progreso moderno.
Haciendo una comparación con estos ejemplos, si Allah lo permite, como el fiscal justo de Denizli, la Corte de Afyon mostrará qué contrario a la justicia es este trato, y no le dará importancia a los delirios de aquellos reportes policiales.
El error más extraño es este: en un lugar dije: a pesar de que la humanidad debería haber respondido con infinito agradecimiento a las bendiciones supremas de Allah Todopoderoso como el avión, el tren y la radio, no respondieron de esa manera, entonces Él hizo llover bombas sobre sus cabezas desde los aviones. La radio también es una generosidad suprema, y se puede mostrar agradecimiento por ella al hacerla un recitador universal del Corán con millones de lenguas, permitiendo que toda la gente sobre la faz de la tierra lo escuche. También, dije cuando expliqué en la Palabra Veinte que el Corán hace predicciones sobre las maravillas futuras de la civilización, que una de sus aleyas indica que los infieles derrotarán al mundo islámico con el ferrocarril. A pesar de que he rogado al Islam que eche mano a estas maravillas, algunos de los fiscales de las cortes anteriores, nos acusaron de estar en contra del progreso moderno, e hizo del avión, el ferrocarril y la radio la base de los cargos en nuestra contra.
También, a pesar de que no está relacionado en absoluto, alguien dijo que el nombre de ‘Risaletü’n-Nur’, que es un segundo nombre de la colección Risale-i Nur, “es un mensaje (risalet) de la luz del Corán, es decir que está inspirado por él, y es un heredero que realiza la función de profecía Divina, de la Sharía”. En otro lugar en la acusación, se le dio el significado equivocado y fue la base de otros cargos, como si yo hubiera dicho: “Risale-i Nur es un Mensajero Divino (resûl)”.
También he demostrado con argumentos decisivos en veinte lugares en mis discursos de defensa que incluso si fuera por todo el mundo, no explotaríamos la religión, ni el Corán, ni Risale-i Nur, y no se pueden explotar, y que no cambiaríamos ni una de sus verdades por gobernar en todo el mundo, y que así es cómo somos en verdad. Ha habido miles de indicaciones de lo que afirmo durante los últimos veinte años. Pero por la forma en que se están llevando a cabo los interrogatorios en Afyon, y su acusación, estamos siendo acusados debido a otros reportes policiales de gastar todos nuestros esfuerzos en intrigas mundanales, y de adelantarnos a los juegos odiosos de este mundo, y de hacer de la religión la herramienta de las cosas humildes y de degradar su carácter sagrado, y de hacer de todo eso nuestro objetivo. Ya que es así, nosotros con toda nuestra fuerza decimos:
حَسْبُنَا اللّٰهُ وَنِعْمَ الْوَكِيلُ
Said Nursi
* * *
[1] Dije que para ofrecer el agradecimiento supremo por una generosidad Divina suprema como la radio, debería “recitar el Corán para que toda la gente de la faz de la tierra pudieran escucharlo, y la atmósfera pudiera convertirse en un hâfiz del Corán”.