RAYO QUINCE

Introducción de la traducción del ‘Sermón de Damasco’

 

بِاسْمِه۪ سُبْحَانَهُ وَاِنْ مِنْ شَىْءٍ اِلَّا يُسَبِّحُ بِحَمْدِه۪
اَلسَّلَامُ عَلَيْكُـــﮥْ وَرَحْمَةُ اللّٰهِ وَبَرَكَــاتُهُ اَبَدًا دَٓائِمًا

 

¡Mis Queridos Hermanos Leales!

[Con un presentimiento del futuro, el Viejo Said percibió las verdades expresadas en este sermón en árabe, que por la insistencia de las autoridades religiosas de Damasco, dio hace cuarenta años en la Mezquita Umayyad ante una congregación de aproximadamente diez mil miembros, que incluía a cien eruditos religiosos; anunció aquellas verdades con absoluta certeza como si fueran a realizarse en breve. Sin embargo, las dos Guerras Mundiales y veinticinco años de absoluto despotismo pospusieron su realización por cuarenta años; es ahora que los signos de esto, que fue anunciado en ese momento, se comienzan a ver en el Mundo del Islam. En consecuencia, si lo consideran apropiado, pueden publicar la traducción de esta parte muy importante e instructiva, no como un sermón viejo y obsoleto sino como una instrucción fresca y verdadera sobre las preguntas sociales e islámicas que se dirige directamente, en 1371 en lugar de 1327, la congregación de trescientos setenta millones de miembros en la mezquita del mundo islámico en lugar de la Mezquita Umayyad.]

Es apropiado aquí escribir la respuesta más importante de una pregunta muy importante. Porque el Viejo Said habló con un presentimiento del futuro en esa lección de hace cuarenta años como si viera las enseñanzas maravillosas de Risale-i Nur y sus efectos. Es por esta razón que escribiremos esa pregunta y la respondo aquí. Es como sigue:

Muchos me han preguntado a mí y a los estudiantes de Risale-i Nur: “¿Por qué es que la colección Risale-i Nur no es desafiada frente a tanta oposición y tantos filósofos obtusos y extraviados? Al prevenir en cierta medida la diseminación de numerosos libros valiosos y verdaderos sobre la fe y el Islam, y por medio de sus placeres y vicios mundanales, han privado a muchos jóvenes y personas de las verdades de la fe. Pero sus más violentos ataques, tratamientos viciosos, mentiras y propaganda política se han dirigido a la colección Risale-i Nur, para destruirla y ahuyentar a la gente de ella y hacer que renuncien a ella. A pesar de esto, Risale-i Nur se ha esparcido de un modo nunca visto en ningún otro trabajo, seiscientas mil copias de sus tratados se están escribiendo a mano con un fervor inagotable y se están publicando en secreto. ¿Cómo puede ser que se haga leer con tanto entusiasmo, tanto dentro del país como en el exterior? ¿Cuál es la razón de ello? Es respuesta a las muchas preguntas de este tipo, decimos:

Siendo un verdadero comentario del Sabio Corán, a través del misterio de su milagro, Risale-i Nur demuestra que en el extravío hay un tipo de Infierno en este mundo, mientras que en la fe hay un tipo de Paraíso. Señala los dolores profundos inmateriales dentro de los pecados, las malas obras y los placeres prohibidos, y demuestra que en las buenas obras, virtudes y seguir las verdades de la Sharía se encuentran placeres espirituales parecidos a los placeres del Paraíso. De esta manera salva a los sensatos entre quienes han caído en el vicio y el extravío. Porque en este momento hay dos condiciones horribles:

La Primera: Ya que las emociones del ser humano, que son ciegas a las consecuencias de las cosas y prefieren un gramo de placer en el presente que kilos de placeres en el futuro, han prevalecido sobre la mente y la razón, el único camino para salvar a los disipados de su vicio es mostrarles el dolor del presente en su placer y derrotar sus emociones. A pesar de que están concientes de las bendiciones como diamantes y de los placeres del Más Allá, como la aleya: يَسْتَحِبُّونَ الْحَيٰوةَ الدُّنْيَا indica, aún siendo creyentes, como los extraviados eligen los placeres mundanales, que son como pedazos de vidrio que pronto se hacen añicos. La única forma de salvarlos de este amor por el mundo y del peligro de sucumbir a él es mostrándoles los tormentos infernales y los dolores que sufren incluso en este mundo. Este es el camino que toma Risale-i Nur. Porque en este momento, debido a la obstinación que surge de la incredulidad absoluta, y de la adicción provocada por el vicio y el extravío que surgen de la ciencia, tal vez sólo uno de diez o incluso veinte puede ser inducido a renunciar a sus caminos malignos al demostrar la existencia del Infierno y sus tormentos, después de haberle hablado sobre Allah Todopoderoso. Habiendo oído esto, es probable que esa gente diga: “Allah es Perdonador y Compasivo, y el Infierno está muy lejos”, y continúe en su disipación. Sus corazones y espíritus son sobrepasados por sus emociones.

Así, al mostrar a través de la mayoría de sus comparaciones los resultados más dolorosos y terribles en este mundo de incredulidad y extravío, Risale-i Nur hace que incluso la gente más arrogante y que siguen los deseos del alma maligna siente disgusto por esos placeres ilícitos y desfavorables llevando a los sensatos de ellos a arrepentirse. Las comparaciones cortas de las Palabras Seis, Siete y Ocho y la larga del Tercer Lugar de Parada de la Palabra Treinta y Dos llevó a una persona a sentir repugnancia por el vicio y el extravío del camino que había tomado y lo hizo aceptar lo que ellas enseñaban. Como ejemplo, contaré brevemente las situaciones que contemplé durante un viaje de la imaginación en la aleya Nur, que de hecho fueron realidad. Quienes deseen un recuento detallado pueden ver el final de Sikke-i Tasdik-i Gaybi (El Sello que Ratifica la Colección Oculta).

Durante ese viaje de la imaginación observé al reino animal que necesita sustento a través de los ojos de la filosofía materialista, las innumerables necesidades de los animales y su hambre terrible junto con su debilidad e impotencia se me aparecieron como muy lastimeros y dolorosos. Grité lamentándome al mirar a través de los ojos de la gente extraviada y negligente. Entonces vi a través del telescopio de la sabiduría Coránica y la fe que el Nombre Divino de Misericordioso había surgido en el signo de Proveedor como un sol brillante; doró con la luz de su misericordia ese mundo animal hambriento y desdichado.

Luego vi dentro del mundo animal otro mundo doloroso que se envolvía en la oscuridad y hacía que todos sintieran lástima y en la cual los jóvenes luchaban por su necesidad e impotencia. Sentí pena por haber visto a través de los ojos de los extraviados. De repente, la fe me dio otras gafas y vi el Nombre del Compasivo que se elevaba en el signo de clemencia; transformó e iluminó ese mundo lastimoso de manera feliz y bella, cambiando mis lágrimas de queja y pena en lágrimas de felicidad y agradecimiento.

Luego el mundo de la humanidad se me apareció como en una pantalla de cine. Miré a través del telescopio de los extraviados y vi que ese mundo era tan oscuro y aterrador que grité desde lo profundo de mi corazón. “¡Ay!”, grité. Porque ellos tenían deseos y esperanzas que se estiraban hasta la eternidad, los pensamientos y las imaginaciones que abrazaban al universo, las capacidades innatas y los deseos serios de la eternidad y la felicidad eterna y el Paraíso, las facultades innatas sobre las cuales no se han establecido límites y que son libres, aún a pesar de sus necesidades que miran hacia innumerables propósitos y su debilidad e impotencia estuvieron expuestos a los ataques de innumerables enemigos y los golpes de innumerables calamidades. Bajo la amenaza perpetua de la muerte, vivieron sus vidas breves y tumultuosas en circunstancias desdichadas. Siempre mirando hacia la tumba, que para los extraviados es la puerta de la oscuridad eterna, sufrieron los continuos golpes de la muerte y la separación, el estado más doloroso para el corazón y la conciencia. Vi que individualmente y en grupos eran arrojados a un pozo negro.

Al ver el mundo de la humanidad en esta oscuridad, estuve a punto de gritar con mi corazón, el espíritu y la mente, y todas mis facultades internas sutiles, por cierto todas las partículas de mi ser, cuando la luz y el poder de la fe que proceden del Corán aplastaron aquellas gafas de extravío, dándome un ojo para mi cabeza. Vi al Nombre Divino de Justo que surgía como el sol en el signo del Omnisciente, el Nombre de Misericordioso que surge en el signo de Omnisciente, el Nombre de Misericordioso que surge del signo de Munificente, el Nombre de Compasivo que surge del signo de, es decir, en nombre de, Perdonador, el Nombre de Resurrector que surge en el signo del Heredero, el Nombre de Otorgador de Vida que surge en el signo de Bendito, y el Nombre de Sustentador que surge del signo de Dueño. Iluminaron a todo el mundo de la humanidad y todos los mundos dentro de ella. Disiparon aquellos estados infernales, abrieron las ventanas hacia los mundos luminosos del Más Allá y esparcieron luces sobre el mundo de la humanidad desdichada. Declaré: “¡Tantas alabanzas y gracias sean para Allah como cantidad de partículas que existen!” Comprendí con absoluta certeza que en la fe hay un paraíso espiritual en este mundo también y en el extravío, un infierno espiritual.

Luego el mundo de la Tierra apareció. En ese viaje de la imaginación, las reglas oscuras e hipotéticas de la filosofía que no obedecen a la religión describieron un mundo horrendo. Viajando por el espacio inmenso del universo en el barco de la tierra muy vieja – que viaja setenta veces más rápido que una bala de cañón y recorre una distancia de veinticinco mil años en un año, está siempre dispuesto a quebrarse y con la posibilidad de arruinarse, tiene terremotos en su interior – la situación de la raza humana desdichada se me apareció en una oscuridad desolada. Mi cabeza se mareó. Mis ojos se oscurecieron. Lancé las gafas de la filosofía al suelo haciéndolas añicos. Luego observé con una visión iluminada con la sabiduría del Corán y de la fe, y vi los Nombres del Creador de los Cielos y de la Tierra de Todopoderoso, Omnisapiente, Sustentador, Allah, Sustentador de los Cielos y de la Tierra, Subyugador del Sol y la Luna se habían elevado como en los signos de misericordia, grandeza y soberanía. Iluminaron ese mundo oscuro, desolado y terrible para que el globo terráqueo apareciera ante mis ojos con fe como un barco, o avión, o tren bien ordenado, subyugado, placentero y seguro. Contenía las provisiones de todos y había sido engalanado para el comercio y la felicidad y para llevar a los seres con espíritu a través de los reinos divinos alrededor del sol y para traer los productos del verano, primavera, otoño a quienes quieren sustento. Exclamé: “Todas las alabanzas sean para Allah, tantas como cantidad de partículas de la tierra, por la bendición de la fe”.

Se ha demostrado con muchas comparaciones en Risale-i Nur que quienes siguen el vicio y el extravío sufren un tormento en un infierno espiritual en este mundo también, mientras que a través de las manifestaciones de fe, los creyentes y puros pueden probar por medio de los estómagos del Islam y la humanidad los placeres de un paraíso espiritual. Se pueden beneficiar según el nivel de su fe. Pero en estas épocas tormentosas, las corrientes que adormecen los sentidos y desvían la atención del ser humano hacia asuntos secundarios, hundiéndolo en ellos, han matado a sus sentidos y lo han dejado perplejo. Como resultado de esto, los extraviados temporalmente no pueden sentir por completo su tormento espiritual, mientras que los bien guiados están abrumados por la negligencia y no pueden apreciar totalmente su placer verdadero.

La Segunda Condición Horrible de Esta Época: En el pasado, comparado con el presente había muy pocos casos de incredulidad absoluta, o extravío que surgía de la ciencia, o de la incredulidad que surgía por la obstinación perversa. La instrucción de los eruditos islámicos de aquella época y sus argumentos eran, en consecuencia, suficientes y rápidamente disipaban cualquier incredulidad que surgiera de las dudas. La fe en Allah era general y podían persuadir a la mayoría de la gente de renunciar a su extravío y a sus malas obras al enseñarles sobre Allah y recordándoles el Fuego Infernal. Pero ahora hay cien incrédulos absolutos en un pequeño pueblo en lugar de tal vez uno en todo un país. Quienes pierden su camino debido a la ciencia y el aprendizaje y, obstinadamente se oponen a las verdades de la fe han aumentado cien veces en relación al pasado. Con un orgullo como el del Faraón y su extravío terrible estos obtusos negadores se oponen a las verdades de la fe. Una verdad sagrada en consecuencia es muy necesaria para que destruya por completo las bases de su incredulidad en este mundo, como una bomba atómica, que detenga su agresión y traiga a algunos de ellos hacia la fe.

Las alabanzas ilimitadas sean para Allah Todopoderoso que con sus muchas comparaciones, como el remedio perfecto para las heridas de esta época, la colección Risale-i Nur – un milagro espiritual y las luces del Corán de Milagrosa Exposición – ha derrotado incluso al peor de aquellos obtusos negadores con la espada de diamante del Corán. Sus pruebas y argumentos son tantos como la cantidad de partículas el universo y demostrando la unidad Divina y las verdades de la fe muestran que en veinticinco años no ha sido derrotada frente a los ataques más severos, sino ha sido victoriosa. Sí, con sus comparaciones de fe e incredulidad, de guía y extravío, Risale-i Nur demuestra aquellas verdades evidentes. Si se presta atención, por ejemplo, a las pruebas y destellos de dos Estaciones de la Palabra Veintidós, el Primer Lugar de Parada de la Palabra Treinta y Dos, las ‘Ventanas’ de la Carta Treinta y Tres y las once pruebas de la Vara de Moisés, se entiende que son las verdades del Corán manifestadas en Risale-i Nur lo que aplastará y destruirá la incredulidad absoluta y la obstinación del extravío perverso se esta época.

De la misma manera que las partes de Risale-i Nur que resuelven los más grandes misterios de la religión y los enigmas de la creación del mundo se han recopilado en la Colección ‘Misterios’, las partes que describen el infierno en este mundo para los extraviados y los placeres paradisíacos para los bien guiados y que muestran que la fe es como una semilla espiritual del Paraíso mientras que la incredulidad es una semilla del árbol de Zakkum del Infierno se recopilarán en una pequeña colección, si Allah lo permite, y se publicará.

Said Nursi

 

 

بِاسْمِه۪ سُبْحَانَهُ وَاِنْ مِنْ شَىْءٍ اِلَّا يُسَبِّحُ بِحَمْدِه۪

¡Mis Queridos Hermanos Leales, Inquebrantables, Constantes, Devotos y Fieles!

Ustedes saben que el comité de expertos de Ankara fue incapaz de negar los keramets y signos de lo Oculto en miras de Risale-i Nur; sus miembros sólo creyeron erróneamente que yo tenía una parte en ellas y objetaron diciendo: “Esas cosas no se deberían haber escrito en el libro; un keramet no debería hacerse público”. En respuesta a esta crítica menor, dije en mi defensa:

No son míos y de ninguna manera me animaría a reclamar esos keramets, más bien son destilaciones y destellos del Milagroso Corán, que tomando forma de keramets en Risale-i Nur, que es un verdadero comentario de él, son un tipo de concesión Divina (para fortalecer la fuerza espiritual de sus estudiantes). Hacer pública la concesión Divina es agradecer de algún modo; es permisible y aceptable. Ahora, por una razón importante, develaré mi respuesta un poco. Me preguntaron por qué lo hago público y por qué me concentro tanto en este punto y por qué durante los últimos meses he avanzado tanto en el tema. La mayoría de las cartas están relacionadas a ese keramet .

La Respuesta: A pesar de que en esta época el servicio de Risale-i Nur de fe religiosa cientos de miles de ‘reparadores’ se necesitan frente a las miles de fuerzas destructivas; y a pesar de que necesito cientos de escribas y asistentes; y a pesar de que la gente y las autoridades deberían ayudarnos con aprecio y aliento y contactarse con nosotros en lugar de evitarnos y no tener contacto con nosotros; y a pesar de que los creyentes están obligados a darle prioridad al servicio de la fe antes que a las ocupaciones de esta vida mundanal y sus beneficios, ya que mira hacia la vida eterna; tomándome a mí mismo como ejemplo, dije esto:

Debido a que nuestros opositores me prohíben tener contacto con la gente, a tener ayudantes y todo, y porque destruyen la fuerza espiritual de mis amigos tanto como pueden, y los hacen mirar fríamente a Risale-i Nur y a mí; y porque cargo con las tareas de mil personas a pesar de ser un extraño anciano, enfermo, débil y desdichado con nadie a su lado; y por estar obligado a evitar el contacto con la gente y mezclarme con ella debido a una enfermedad física provocada por el aislamiento y la opresión; y porque ahuyentan a la gente con tanto éxito y destruyendo su fuerza espiritual; por todo esto y frente a todos esos obstáculos, fui obligado a escribir cosas de ese tipo para reunir fuerzas espirituales alrededor de Risale-i Nur y describir las concesiones Divinas que son un medio para fortalecer la fuerza espiritual de los estudiantes de Risale-i Nur y para mostrar que por sí misma, la colección Risale-i Nur es, tan poderosa como un ejército (y no necesita de otros). Porque para vendernos, Allah no lo permita, hacer que los demás apreciarnos, alardear y presumir sería dañar el misterio de la sinceridad, que es un principio importante de Risale-i Nur. Tal como, si Allah lo permite, Risale-i Nur se defiende sola y demuestra su verdadero valor, así también en efecto también nos defiende a nosotros y es el medio de que nuestras faltas sean perdonadas.

Enviándoles miles de saludos a todos mis hermanos y hermanas y en particular a los ancianos venerables y los jóvenes inocentes y benditos cuyas oraciones son aceptables y, ofreciendo oraciones para todos, los felicitamos por el mes de Ramadán y les pedimos que recen por nosotros.

 

Vuestro hermano enfermo,

Said Nursi

* * *

 

بِاسْمِه۪ سُبْحَانَهُ

Vuestro hermano impotente dice esto tanto para ese viejo amigo que objetó como para los atentos y para ustedes mismos: a través de la refulgencia del Corán de Milagrosa Exposición, el Nuevo Said presenta pruebas de las verdades de la fe tan lógicas y correctas que obligan no sólo a los eruditos musulmanes sino también a los filósofos europeos más obtusos a someterse y eso es lo que hacen. En cuanto a los signos y alusiones del Corán de Milagrosa Exposición, desde el nivel de sus significados alusivos, atrayendo la atención hacia Risale-i Nur, que es un milagro espiritual en esta época, es una marca del milagro del Corán; similar a las noticias alusivas y simbólicas del Imám Ali (que Allah esté complacido con él) y Gawth al-A’zam (que Allah esté complacido con él) en relación a la importancia y el valor de Risale-i Nur. Hacer esto es también necesario por la elocuencia milagrosa de esa lengua de lo Oculto.

Sí, me fue impartido en la Prisión de Eskisehir en un momento terrible cuando estábamos en una necesidad grande de un consuelo sagrado: “Tú citas a los evliyas de antaño como testigos de la aceptabilidad de Risale-i Nur, pero según el significado interno de la aleya:

وَلَا رَطْبٍ وَلَايَابِسٍ اِلَّا ﯺﰍ كِتَابٍ مُب۪ـينﭰ  , es el Corán el que debería tener la palabra en este asunto. ¿Encuentra aceptable a Risale-i Nur? ¿Cómo mira hacia ella?” Me enfrentaron con esta extraña pregunta. Entonces busqué ayuda del Corán y dentro del espacio de una hora percibí que Risale-i Nur fue un elemento del nivel de significados alusivos de treinta y tres aleyas, desde el nivel constituido por detalles de sus significados explícitos (e incluidos en la generalidad de los significados alusivos) y que fueron inferencias poderosas para su inclusión y distinción. Una parte de esto vi en detalle y una parte vi de manera resumida. Desde mi punto de vista, no quedaban ni dudas, ni vacilación, ni sospechas, ni confusión. Y escribí esa firme convicción con la intención de reforzar la fe de los creyentes a través de Risale-i Nur y se la di a mis hermanos más cercanos con la condición de que fuera confidencial. En el tratado, no decimos que este es el significado explícito de la aleya, no vaya a ser que los maestros de religión digan فِيهِ نَظَرٌ . Y no decimos que esto es la generalidad del significado alusivo. Decimos que por debajo del significado explícito hay numerosos niveles, uno de los cuales es el significado alusivo y simbólico y que el significado alusivo es una generalidad. Cada siglo esto tiene particularidades y este siglo Risale-i Nur es un individual en la generalidad de ese nivel de su significado alusivo. Las inferencias hechas por medio de los principios de yafr y los números, practicados desde tiempos remotos por los eruditos, por cierto, las pruebas, muestran que ese individual se sostiene intencionalmente a la vista y cumplirá una función importante, y esto no daña la aleya del Corán ni su significado claro, sino que sirve a su milagro y elocuencia. No se puede rechazar estos tipos de signos Coránicos. Quien no puede negar las deducciones innumerables que hace la gente de la realidad de las alusiones ilimitadas Coránicas, no debería negar esto ni puede negarlo.

Sin embargo, si la persona que por asombro considera que es improbable que un trabajo tan importante deba aparecer en manos de una persona insignificante como yo piensa en la creación de un pino del tamaño de una montaña de una semilla del tamaño de un grano de trigo como un signo de poder Divino y grandeza, seguramente estará obligado a decir que la aparición de este trabajo en esta época de necesidad intensa de alguien tan absolutamente impotente y necesitado como yo, es una evidencia del amplio alcance de la misericordia Divina. Por el honor de Risale-i Nur, les aseguro a ustedes y a quienes objetan, que estas alusiones y noticias simbólicas e indicaciones de los evliyas siempre me condujeron a ofrecer agradecimiento y alabanzas y a buscar el perdón de mis faltas. Les puedo demostrar a través del vistazo que han tenido de mi vida bajo sus propios ojos durante estos veinte años, que en ningún momento, ni siquiera por un minuto, inflaron mi ego ni hicieron que mi alma maligna sea orgullosa ni arrogante. Sin embargo, con esta verdad, el ser humano no está libre de faltas y olvidos. Tengo numerosas faltas de las que no soy conciente. También, tal vez mis propias ideas se escabulleron y hay algunos errores en algunos de los tratados. Pero ya que no objetan las interpretaciones corruptas de los extraviados, ocultos al establecer las traducciones artificiales en lugar de las sagradas letras del Corán, en las letras deficientes del nuevo alfabeto y al dañar los significados claros de las aleyas, seguramente no deberían objetar a alguien desdichado y perseguido que expone un punto delicado del milagroso Corán para fortalecer la fe de sus hermanos, al punto de desalentarlo del servicio de la fe, como acordaría no sólo la gente de realidad sino cualquiera con un grano de justicia.

Además digo esto: frente a los increíbles ataques del extravío de esta época, los caminos, senderos y las tariqats poderosas y verdaderas con millones de seguidores devotos han sido aparentemente derrotados. Pero una persona casi analfabeta bajo vigilancia permanente que vive en frente de la estación de policía que está solo y es el objeto de una campaña polifacética de calumnias para hacer que todos lo deploren, no puede reclamar a Risale-i Nur, que es más avanzado que aquellos otros caminos y ha resistido los ataques más fuertes, y ese trabajo no puede ser el producto de su habilidad y no puede enorgullecerse por él. Más bien, ha sido una concesión directa de la misericordia Divina como un milagro espiritual del Sabio Corán en esta época. Puso sus manos sobre ese regalo del Corán junto con miles de sus amigos. Por cierto la tarea de intérprete principal recayó sobre él, pero la evidencia de que no es obra de su pensamiento, conocimiento e inteligencia es que en Risale-i Nur hay partes que se escribieron en seis horas, otras que se escribieron en dos horas, otras en una hora y algunas hasta en diez minutos. Juro que incluso con el poder de la memoria del Viejo Said (que Allah esté complacido con él)[1] con mi propio pensamiento no puedo hacer ese trabajo de diez minutos ni en diez horas con mi mente. Con mi propia mente y capacidad no podría escribir en dos días el tratado que se escribió en una hora. Ni tampoco yo o los exigentes filósofos religiosos podrían investigar los asuntos de la Palabra Treinta ni escribirlo en seis días, a pesar de que se escribió en un día en seis horas. Y así sucesivamente.

Es decir, a pesar de estar en bancarrota, nos convertimos en el heraldo y el siervo de una joyería maravillosamente rica. Por Su gracia y munificencia que Allah Todopoderoso nos haga a nosotros y a todos los estudiantes de Risale-i Nur pura y sinceramente constantes en este servicio y nos otorgue el éxito. Amén. En veneración del Señor de los Mensajeros.

Said Nursi

[1] Con la intención de que fuera una oración, algunos de los escribas escribieron la frase “que Allah esté complacido con él” después del nombre de este desdichado Said. Lo quise cambiar, pero se me ocurrió que ya que es una oración que busca la complacencia de Allah, no debería interferir con ella, entonces no la cambié.