Las raíces y las ramas de todas las plantas, hierbas y árboles, frágiles como la seda, dicen: “En el Nombre de Allah” y perforan y pasan a través de las grandes rocas y de la tierra. Mencionando el Nombre de Allah, el Nombre del más Misericordioso, cada cosa está subyugada. Las raíces extendidas a través de las rocas y de la tierra producen frutos de la misma forma y tan fácilmente como las ramas extendidas a través del aire. Las delicadas hojas verdes mantienen su humedad contra elevadas temperaturas durante meses, y dan una bofetada a los naturalistas y les meten el dedo en sus ojos ciegos, diciendo: “Incluso el calor y la dureza del clima, en los que tú más confías, están bajo una orden. Ya que como la vara de Moisés, cada una de esas frágiles ramas aceptan la orden de, “Golpea la piedra con tu vara[1]” y partió la roca. Así las delicadas hojas finas como papel de cigarro recitan la aleya, “Fuego, sé frío e inofensivo para Abraham[2]”” contra el calor del fuego , cada una de ellas como miembros de Abraham (la paz y las bendiciones sean sobre él). 1.Corán 2:59 2.Corán 21: 68
Bediuzaman Said Nursi
En: Las Palabras Pequeñas, Primera Palabra
De la Colección de Risale-i Nur