PALABRA TREINTA Y DOS

Introducción

Allah Todopoderoso, con Su divinidad gloriosa, Su misericordia bella, Su dominio poderoso, Su benevolencia generosa, Su poder inmenso, y Su sabiduría sutil, ha equipado y adornado al insignificante ser humano con muchos sentidos y sentimientos, extremidades y sistemas, miembros y facultades, y aspectos sutiles e inmateriales para que a través de ellos Él le haga percibir, conocer, probar y reconocer las variedades y niveles ilimitados de Su generosidad, munificencia y misericordia. Y para que, a través de esas herramientas, Él pueda hacer que reflexione, sepa y ame los ilimitados tipos de manifestaciones de Sus mil y un Nombres. Y tal como cada uno de los muchos miembros y facultades del ser humano realiza un servicio y una adoración diferente, así también tienen placeres, dolores, tareas y recompensas completamente diferentes.

Por ejemplo, el ojo contempla la belleza de las formas y las variedades de los bellos milagros de poder en el mundo de las cosas que se ven. Su tarea, al aprender de ellos, es dar las gracias a su Creador. Los placeres y dolores específicos a la vista son bien conocidos, no hay necesidad de entrar en detalle.

Y, por ejemplo, el oído percibe las distintas clases de voces y sus canciones melodiosas, y las instancias sutiles de la misericordia de Allah Todopoderoso en el mundo de las cosas que se oyen. Su adoración, sus placeres y recompensas son todas diferentes.

Y, por ejemplo, el sentido del olfato percibe las sutiles instancias de misericordia dentro del reino de los aromas. Tiene una tarea de gratitud y placer propia. Y, por supuesto, también tiene una recompensa.

Y, por ejemplo, el sentido del gusto, que está en la lengua, al apreciar el gusto de todas las comidas, realiza su tarea con gratitud verdaderamente diversa.

Y así sucesivamente. Todas las facultades del ser humano, incluidos sus importantes aspectos sutiles, como el corazón, el intelecto y el espíritu, tienen tareas, placeres y dolores bien definidos.

Así, Allah Todopoderoso, el Poseedor de Sabiduría Absoluta, ciertamente dará la recompensa adecuada a cada una de esas facultades, que Él emplea en los seres humanos. Todos pueden percibir con su conciencia los resultados inmediatos en este mundo de esas tantas variedades de amor, como se explicó anteriormente, y pueden confirmarse a través de la experiencia.

En cuanto a los resultados en el Más Allá, se ha probado su existencia y realidad concluyentemente y de forma breve a través de las Doce Verdades de la Palabra Diez, y por los seis Puntos Fundamentales de la Palabra Veintinueve que son evidentes. También se demostró claramente y en detalle a través de las inconfundibles aleyas y las explicaciones, las alusiones, los símbolos y las indicaciones del Sabio Corán, que es:

اَصْدَقُ الْكَلَامِ وَاَبْلَغُ النِّظَامِ كَــلَامُ اللّٰهِ الْمَلِكِ الْعَز۪يزِ الْعَلَّامِ

“La más verdadera de todas las palabras, la más elocuente en su orden, la Palabra de Allah – El Señor, El Poderoso, El Omnisciente”.

No hay necesidad de presentar pruebas más extensas. En todo caso, hay más pruebas en otras Palabras: en la Segunda Estación de la Palabra Veintiocho, que es sobre el Paraíso, y está en árabe, y en la Palabra Veintinueve.

PRIMERA INDICACIÓN: De acuerdo con el Corán, el resultado en el Más Allá del amor lícito y agradecido por las comidas y frutas deliciosas es otra vez comida y frutas deliciosas, pero en la forma apropiada del Paraíso. Y este amor lícito desea aquellas comidas y frutas del Más Allá. Tanto es así, que cuando pronuncias la frase Alhamdulillah “Alabado sea Allah” al comer una fruta en este mundo, será incluida como una fruta del Paraíso y se te entregará allí. Aquí comes fruta, mientras que allí comerás Alhamdulillah “Alabado sea Allah”.

Y ya que ves la munificencia divina y los favores del Más Misericordioso en forma de bendiciones y alimentos, está establecido en los Hadices del Profeta (PyB), las indicaciones del Corán y en los requerimientos de la sabiduría y misericordia que te entregarán esa agradable gratitud en el Paraíso en la forma de comida verdaderamente deliciosa.

SEGUNDA INDICACIÓN: El amor lícito por tu alma instintiva en este mundo no es un amor construido sobre sus buenas cualidades, sino que es del tipo que ve sus defectos y lo entrena con una compasión que busca perfeccionarlo y el empuja al bien. Este amor resulta en darle al alma objetos de amor que sean merecedores de él en el Paraíso.

Como se expresa y se explica en forma explícita por un gran número de aleyas del Corán, cuando el alma utiliza sus anhelos y deseos correctamente y emplea sus facultades y sentidos de la mejor manera en este mundo, es decir, en el camino de Allah Todopoderoso, como resultado de este amor lícito y de adoración, el Absolutamente Generoso le otorgará huríes en el Paraíso, el reino eterno. Vestirá a estas huríes con setenta diferentes variedades de las mejores galas y las exquisiteces del Paraíso. Adornará sus seres con setenta diferentes clases de bellezas que llevará y gratificará todos los sentidos del alma. Cada una de las huríes será como un Paraíso animado en miniatura.

Además, tu amor por la juventud en este mundo, es decir, el resultado de haber gastado el poder de la juventud en adoración, será la juventud eterna en el reino de la dicha.

TERCERA INDICACIÓN: El amor lícito por tu esposa en este mundo es amor sincero como consecuencia de su delicada ternura, sus buenas virtudes y su buen carácter, junto con tu obligación de protegerla de desobedecer a Allah con obstinación y de pecar. El Absolutamente Misericordioso ha prometido que como resultado de este amor lícito, se te entregará a tu esposa como una esposa eterna en el Más Allá, el reino de la dicha. Ella será más bellamente adornada y atractiva que las huríes. Se relacionarán con placer como tus aventuras pasadas en el mundo, trayéndote viejos recuerdos a la memoria. Ella será una amiga íntima, agraciada y eterna, que ama y es amada. Y por cierto, que lo que Él promete definitivamente será otorgado.

CUARTA INDICACIÓN: El resultado del amor lícito por tus padres e hijos es este. De acuerdo con el Corán, el Más Misericordioso de los Misericordiosos le otorgará a esa familia feliz, a pesar de que sus estaciones pueden ser bastante diferentes, el placer puro de la compañía de cada uno en el reino eterno.

Él devolverá a los hijos que mueren antes de llegar a la edad de quince años, es decir, la edad de la pubertad, una vez más para abrazar a sus padres y madres, en una forma apropiada al Paraíso.

وِلْدَانٌ مُخَلَّدُونَ [1] Gratificará los sentimientos de sus hijos adorados y les dará ese placer y deleite por la eternidad. Ya que esos hijos no habían alcanzado la edad de responsabilidad, ellos permanecerán eternamente como niños adorables y dulces.

Se encontrará cada cosa agradable de este mundo en su forma más elevada en el Paraíso. Algunas personas conjeturan que ya que el Paraíso no es apropiado para la reproducción, no se podrá apreciar a los hijos, que es algo tan dulce, es decir, el placer de amarlos y acariciarlos. Pero sí se podrá, también, y de la forma más agradable y dulce. Esto, entonces, es una buena noticia para aquellos cuyos hijos mueren antes de la pubertad.

QUINTA INDICACIÓN: El resultado del amor por los amigos correctos en este mundo, de acuerdo con el decreto de “Amar en Nombre de Allah”, es, como lo indica el Corán: ﱬ سُرُرٍ مُتَقَابِل۪ـينﭯ [2]Allah Todopoderoso los sentará en sillas del Paraíso unos frente a otros. Hará que se encuentren con sus amigos en forma placentera, agradable y dulce. Disfrutarán de reencontrarse con sus viejos recuerdos y aventuras de este mundo, con un amor puro y una compañía que no estará sujeta a la separación.

SEXTA INDICACIÓN: El resultado del amor por los profetas y evliyas es como lo explica el Corán. Es decir, será tanto para beneficiarse en el mundo intermedio y en la resurrección de la intercesión de los profetas y evliyas, como también para beneficiarse abundantemente, a través de ese amor, desde la estación y bendiciones que los benefician. Ciertamente, de acuerdo con el significado de: اَلْمَرْءُ مَعَ مَنْ اَحَبَّ ,“una persona estará junto a quienes ama”, una persona común y corriente puede llegar a la estación más alta por seguir a una persona exaltada a quien ama.

SÉPTIMA INDICACIÓN: El resultado del amor lícito por las cosas bellas y la primavera. Es decir, ver con el ojo de “de qué forma hermosa fueron creadas”, y amar la belleza y el orden de las acciones, que están detrás de esas obras de arte. Amar las manifestaciones de los Bellos Nombres, que están detrás del orden y la armonía de las acciones, y amar las manifestaciones de los atributos detrás de los Bellos Nombres. Y así sucesivamente.

El resultado será ver en el Paraíso, el reino eterno, la manifestación de los Nombres, y la belleza y atributos dentro de los Nombres, de un modo mil veces más hermoso que los seres bellos que se ven aquí. Incluso más que esto, el Imam Rabbani (que Allah esté complacido con él) dijo: “Las sutiles exquisiteces del Paraíso serán similares a la manifestación de los Nombres de Allah”. ¡Sólo imagínatelo!

OCTAVA INDICACIÓN: El resultado en el Más Allá del amor considerado en este mundo por los dos bellos rostros del mundo, que son, la labranza para el Más Allá y el espejo de los Nombres Divinos. Un Paraíso eterno será otorgado que es tan grande como el mundo pero no tan efímero y trascendente como este mundo. Y los Nombres, sólo pálidas sombras de lo que se muestra en este mundo, se mostrarán en el espejo del Paraíso de la forma más brillante.

Además, el resultado de amar al mundo al ser la labranza para el Más Allá es como sigue a continuación. Cuando el mundo es visto, así, es decir, como un semillero o un pequeño lugar de cultivo que produce sólo brotes, resulta en un Paraíso donde esos brotes florecen y dan fruto. Porque en este mundo, los sentidos y las facultades del ser humano son brotes diminutos y en el Paraíso serán descubiertos de la forma más perfecta. Y sus habilidades, que son aquí como diminutas semillas, les serán entregadas allí de una forma en que florecerán con todo tipo de placeres y perfecciones. Esto está demostrado con las indicaciones del Corán y de los Hadices del Profeta (PyB), y la misericordia y la sabiduría lo necesitan.

Porque no es el amor culpable por este mundo, que es la fuente de cada falta, sino el amor por sus dos rostros que miran hacia los Nombres de Allah y hacia el Más Allá, y es por los Nombres y por el Más Allá. Es cultivar esos rostros con adoración considerada, como si tomáramos el mundo como el medio para la adoración. En consecuencia la misericordia y la sabiduría definitivamente necesitan que les de una recompensa que es tan grande como el mundo. Y, entonces, quien, a través del amor por el Más Allá, haya amado su semillero, y a través del amor por Allah Todopoderoso, haya amado al espejo de Sus Nombres, seguramente deseará a un ser amado como el mundo. Y eso, también, será un Paraíso tan grande como el mundo.

Pregunta: ¿Para qué sirve un Paraíso tan vasto y vacío?

Respuesta: Si te fuera posible viajar con la velocidad de la imaginación alrededor de todas las regiones de la tierra y la mayor parte de las estrellas, podrías decir: “Todo el mundo es mío”. Y el hecho de que los ángeles, otros seres humanos y los animales compartan el mundo contigo no anularía tu reclamo. De la misma manera, si el Paraíso, también, estuviera así de lleno, no podrías decir “el Paraíso es mío”. El significado del Hadiz del Profeta (PyB): “Un Paraíso de quinientos años le será entregado a algunos de los que están en el Paraíso”, ha sido explicado en la Palabra Veintiocho y en el Destellos Veinte, el tratado sobre la Sinceridad.

NOVENA INDICACIÓN: El resultado de la fe y el amor por Allah. Está demostrado por el consenso de la gente del descubrimiento y la verificación, por cierto Hadiz (PyB)[3], y por el Corán, que mil años de vida feliz en este mundo no valen ni una hora de vida en el Paraíso.

Y que mil años de vida en el Paraíso no vale ni una hora de visión y contemplación del Glorioso, Que posee incomparable belleza y perfección.

Todos pueden percibir a través de su conciencia un gran deseo por la visión de un personaje famoso por su magnificencia y perfección, como el Profeta Salomón (la paz sea con él), y un gran anhelo por contemplar un personaje distinguido por su belleza, como el Profeta José (con él sea la paz). Y, si puedes, para comparar qué tan deseada, buscada, y anhelada es la visión de Uno, una manifestación de Cuya Belleza y Perfección son todas las virtudes y perfecciones del Paraíso, que son miles de veces más elevadas que todas las virtudes y perfecciones de este mundo.

اَللّٰهُمَّ ارْزُقْنَا ﯺﰆ الدُّنْيَا حُبَّكَ وَحُبَّ مَا يُقَرِّبُنَا اِلَيْكَ وَالْاِسْتِقَامَةَ

كَــمَا اَمَرْـتَـ وَﯺﰆ الْاٰخِرَةِ رَحْمَتَكَ وَرُؤْيَتَكَ  ﱳ

سُبْحَانَكَ لَاعِلْمَ لَنَٓا اِلَّا مَاعَلَّمْتَنَاﮈ اِنَّكَ اَنْتَ الْعَل۪يمُ الْحَك۪ــيمُ
اَللّٰهُمَّ صَلِّ وَسَلِّمْ ﱬ مَنْ اَرْسَلْتَهُ رَحْمَةً لِلْعَالَم۪ـينﭯ وَﱭ اٰلِه۪ وَصَحْبِه۪ اَجْمَع۪ـينﭯ اٰم۪ينْ

Oh, Allah, concédenos en este mundo el amor por Ti y el amor por aquello que nos acercará a Ti, y al camino bien guiado que Tú has ordenado, y en el próximo mundo Tu misericordia y la visión de Ti.

 “¡Gloria a Ti! No tenemos más conocimiento que el que Tú nos has enseñado. Tú eres, en verdad, el Conocedor perfecto, el Sabio”. (Corán, 2:32)

Oh, Allah, otórgale bendiciones y paz a él a quien Tú has enviado como una misericordia para todos los mundos y sobre toda su familia y compañeros. Amén.

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ADVERTENCIA

No consideres las explicaciones demasiado largas y detalladas en la última sección de esta Palabra; son cortas en relación a su importancia y se requiere más explicación.

No soy yo quien habla en cualquiera de las Palabras; es la realidad en nombre de ‘LAS INDICACIONES DEL CORÁN’. En cuanto a la realidad, ella dice la verdad. Si vieran algo incorrecto, entonces pueden estar seguros que sin que yo esté conciente de ello, mis propias ideas interfirieron y causaron el error.

 

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[1] Corán, 76:19, 56:17

[2] Corán, 15:47, 37:44

[3] El Hadiz del Profeta (PyB) incluye lo siguiente: “Esa visión supera todos los otros placeres del Paraíso, tanto es así que hacen que sean olvidados. Y después que la visión de amor y belleza de aquellos que lo experimentan haya aumentado a punto tal que cuando regresan, será sólo con dificultad y escrutinio que sus familias en sus mansiones los reconocerán (al-Munzuri, al-Targhib wa’l-Tarhib, iv, 541, 556).